El Consell de Ibiza ha atendido este año a 59 discapacitados psíquicos

ibizaIbiza, 2 dic (EFE).- En lo que va de año, el centro de día de Can Raspalls y el taller ocupacional de Cas Serres, dependientes del Consell de Ibiza, han atendido a un total de 59 personas con discapacidad psíquica.

En concreto, 35 personas han pasado por Can Raspalls, mientras que otros 25 han recibido atención en Cas Serres, según los datos que han presentado hoy la consellera insular de Sanidad y Bienestar Social, Mercedes Prats, y el jefe de sección de Atención a Personas con Discapacidad y Transtorno Mental Severo, Carlos Lara.

Actualmente, hay diez  personas en lista de espera para poder acceder a estos servicios de atención social: en concreto, cuatro esperando para entrar al centro ocupacional, cuatro para el centro de día, y tres para poder disfrutar del servicio de comedor que ofrecen estos espacios.

En el centro de día se ofrecen curas asistenciales a personas con discapacidad profunda, y también se incluyen talleres de actividades terapéuticas y de mejora personal, programas de estimulación sensorial y de la comunicación, así como actividades de fisioterapia o hidroterapia.

En el taller ocupacional de Cas Serres se ofrecen servicios para personas con discapacidad intelectual que incluyen también programas de habilidades sociales, ocupación terapéutica, comunicación y fisioterapia.

De las 59 personas que pueden disfrutar de estos servicios, 26 sufren retraso mental, mientras que 13 tienen síndrome de down. Los 20 restantes tienen patologías diversas como autismo, encefalopatía, psicosis, meningitis, parálisis cerebral, rubeola, TCE y transtorno generalizado del desarrollo.

Además, tambié?n se han presentado los datos del servicio de asesoramiento e inserció?n laboral de personas con discapacidad con un grado de minusvalía igual o superior al 33 %, ya sea intelectual, física o sensorial.

Este año se ha atendido a 113 personas, de las cuales 49 han podido encontrar trabajo.

La consellera Prats ha destacado la importancia de esta herramienta de inserción laboral porque la mayoría de los casos atendidos «son parados de larga duración, que cobran una pensión mínima y acostumbran a ser personas de edad avanzada que tienen muy complicado insertarse en el mercado laboral».