Montevideo, 31 ago (dpa) – Eduardo Franco (1945-1989), cantante y compositor uruguayo que lideró la banda de música melódica «Los Iracundos» que rápidamente atravesó fronteras para hacerse muy popular en Argentina, Ecuador, Perú, Chile y Bolivia, es rescatado ahora por el cine.
Este fin de semana se estrenará en 16 localidades de Uruguay la película «Un tal Eduardo» del realizador Aldo Garay, quien buscó poner en escena nuevamente a quien considera «un creador enorme», de gran aceptación en el interior del país pero bastante ignorado en Montevideo, donde vive la mitad de la población uruguaya de 3,2 millones de personas.
Garay eludió el trillado recurso de contar la historia de la banda, formada en 1961 y que todavía existe aunque con una formación diferente, y centrarse en la biografía de Franco, sino que se centró en la relación emocional y afectiva de un grupo de fanáticos con la obra del artista uruguayo.
«No es una biografía. Yo me centré en Eduardo Franco, el líder por lo que dejó en tantas personas, que lo siguen recordando, y porque fue un creador notable que tenía un radar increíble» cuenta Garay a dpa.
«En sus canciones se descubren mensajes que se han ido resignificando con los años. Un fenómeno muy interesante», agregó el realizador uruguayo autor de películas como «El hombre nuevo» (2015), «El casamiento»(2011) y «El círculo» (2008), entre otras obras, premiadas en Berlín, Málaga, Viña del Mar, Bogotá, La Habana y otros festivales internacionales.
«La gente espera a veces una biografía, una sucesión de datos poniendo la información por encima de la emoción, pero yo hice al revés. Puse la emoción por encima de la información. Y me parece que eso le agradó a la gente que ya vio la película. Es un documental más para sentir que para informarse, me gustó por ese lado» agrega el realizador uruguayo.
Franco fue un fenómeno poco tratado en Uruguay. «Tal vez una de las razones se deba a que cuando vuelve la democracia a Uruguay en 1985 se registra una explosión de la música popular, principalmente ligada al folklore y al rock, y lo melódico quedó absolutamente de lado. En Montevideo perdió pie y se empezó a invisibilizar» reflexiona Garay.
La tumba de Franco en su ciudad natal Paysandú, situada a 378 kilómetros al norte de Montevideo, es visitada frecuentemente por mucha gente de Sudamérica y «hay un fanático peruano, llamado Víctor Hugo, que todos los años, el 1 de febrero, viaja a Paysandú por tierra para el aniversario de la muerte» del artista.
Eduardo Franco escribió más de 400 canciones, de las cuales hay unos 70 éxitos muy conocidos sobre todo fuera de Uruguay, donde «Los Iracundos» generaron una pasión y un fanatismo desbordante y hasta llegaron a ser convocados por los presidentes de Ecuador Abdala Bucaram (1996-1997) y de Perú Alberto Fujimori (1990-2000) durante sus campañas electorales, aunque Franco ya había muerto entonces.
Conociendo la admiración por Franco y «Los Iracundos» en la zona del Pacífico sudamericano, la producción de «Un tal Eduardo» prepara su desembarco en Ecuador, Perú, Chile y Bolivia, donde «nadie se pregunta quien es Franco y «Los Iracundos» porque los conocen muy bien, sostiene Garay. En noviembre la cinta participará en el Festival de Cine Latinoamericano de Trieste.
Por Carlos Castillos (dpa)