Augsburgo (Alemania), 3 dic (dpa) – El Bayern Múnich de Josep Guardiola disputará mañana un partido decisivo en la defensa del triplete conseguido la temporada anterior al visitar al Augsburgo por los octavos de final de la Copa Alemana.
«Para mí es el partido más importante antes del receso invernal», dijo hoy el técnico español. El Bayern apenas conoció la derrota en los 50 partidos oficiales que disputó este año, pero un tropiezo mañana bastaría para romper el sueño de Guardiola de defender su triple corona en Liga, Liga de Campeones europea y Copa Alemana.
El cansancio acumulado a fin el año se refleja en la plaga de lesiones que devastó varios pilares del equipo. Guardiola tendrá que prescindir del capitán Philipp Lahm, Bastian Schweinsteiger, Holger Badstuber, Claudio Pizarro y Xherdan Shaqiri.
En duda está el regreso del francés Franck Ribéry, en recuperación por una fisura en las costillas que sufrió hace dos semanas. «Está mucho mejor, pero tenemos que esperar al último entrenamiento para decidir ahí», adelantó hoy Guardiola.
Las lesiones del rival alimentaron la confianza del Augsburgo, décimo en la Bundesliga. «Les faltan jugadores de primer nivel mundial», dijo el centrocampista Daniel Baier. «Si salimos como es habitual en los partidos en casa, creo que podemos sacar algo».
Los números hablan a favor del actual líder de la Liga alemana: el Bayern ganó los seis cruces desde que el Augsburgo volvió a primera división en 2011.
Mañana también se jugará el pase a cuartos de final el Bayer Leverkusen, perseguidor del Bayern en Liga, que visitará al Freiburg. Los octavos de final comienzan a disputarse hoy con la atención puesta en el partido del Borussia Dortmund, actual subcampeón alemán y europeo, ante el Saarbrücken, de la tercera división.