“El Ayuntamiento de Carreño ya dispone de los informes técnicos que determinan la falta de peligrosidad y la seguridad del vertedero de Guimarán. Dichos informes obran en el expediente municipal y se dieron a conocer al resto de grupos políticos en la comisión de investigación celebrada en el día de de ayer”, explicó Ángel Riego, Alcalde de Carreño.
“Fue el gobierno socialista quien dotó al Ayuntamiento con medios técnicos para que tales actuaciones no se repitiesen en el futuro. El Gobierno del PSOE no sólo no tuvo responsabilidad alguna en los vertidos, ya realizados, en su mayor parte, cuando accedió por primera vez al gobierno municipal sino que fue precisamente el gobierno socialista quien dotó al Ayuntamiento con medios técnicos de los que carecía hasta entonces, para que tales actuaciones no se pudieran repetir en el futuro. Si a ello se añade que la competencia para abordar la cuestión, por la naturaleza de los vertidos era del Principado, tal y como señala la ley y reiteran los informes emitidos, podemos concluir que la actuación municipal fue la correcta y adecuada ante una herencia como la del vertedero que se ha estudiado” añadió el primer edil.
“Por todo ello, resulta especialmente chocante que quien promovió – ya en 2010 – el revisar el expediente que derivó en 2013 en la creación de esta larga y costosa Comisión de Investigación sea precisamente quien colaboró intensamente con gestiones municipales anteriores – que no dotaron al Ayuntamiento de la infraestructura adecuada para evitar estos hechos- , quien, en su momento, formó parte de la toma de decisiones y hasta aprobó la solución que se dio al tema. Todo esto, para llegar a la conclusión de que lo que se hizo por parte del equipo de gobierno socialista, fue lo más adecuado y correcto para el interés público, asegurarnos que sucesos como estos no puedan volver a reproducirse. El coste de esta Comisión superara ya los 20.000 €”, concluyó en Alcalde de Carreño.
Concretamente tras la realización de catas para constatar la composición real del vertedero, el informe técnico señala que “no se han detectado residuos peligrosos, sino únicamente de construcción y demolición” (RCD) y que “tales residuos se localizan en la primera fase del vertedero, pues en las sucesivas se trata de tierras. Los residuos de construcción (tierras, ladrillos, cemento…) son residuos inertes, no degradables y, por tanto, que no liberan sustancias tóxicas o peligrosas”. Continúa señalando dicho informe que “todo ello nos lleva a considerar que, los elementos que pueden contar con algún potencial contaminante – no se han encontrado en las catas- se podrían considerar insignificantes y de imposible o muy difícil liberación al medio”.
Esta conclusión viene confirmada por los análisis de agua realizados de forma complementaria en los que no se ha detectado contaminación alguna procedente del relleno. El agua es un “elemento centinela” de probada seguridad, de tal manera que la no detección en él de contaminación de un relleno con más de 10 años de antigüedad es un dato que pudiera considerarse definitivo. Además, los informes realizados señalan que la estabilidad del terreno y del relleno es importante. También indican que no existen daños ambientales y apuntan únicamente la posibilidad de valorar alguna medida complementaria menor para reducir el impacto visual.