Leer pareciera ser un hábito sencillo de adoptar, sin embargo, para muchas personas es más difícil de lo que parece.
Hay quienes que por mucho que lo intenten, no consiguen pasar de la segunda página de cualquier libro. Esto no se trata necesariamente de un problema de atención, sino que se trata de ínfimos detalles que, al no considerarse, impiden que el hábito de la lectura se desarrolle en nosotros.
Como toda rutina, leer es una actividad que puede volverse costumbre de manera automática. Para lograrlo, hay varios aspectos que si ponemos en práctica nos permitirán disfrutar la lectura y hacer de esa experiencia un momento placentero.
1- Identificar los temas de interés.
Para empezar a desarrollar el hábito de la lectura es importante comenzar a leer aquellos temas que nos atraigan verdaderamente. No importa qué leas, o si para los demás es relevante lo que escojas. Lo primero que necesitas es identificar tus gustos personales, por más extraños que parezcan. Afortunadamente para todos los tópicos hay “al menos” diez libros escritos. De esta manera, aunque leer te parezca tedioso, al menos será más fácil empezar a hacerlo con temas que realmente te interesen. Si empiezas a leer sobre tópicos que te aburren, es poco probable que desarrolles el amor por la lectura.
Así que la primera sugerencia es simplemente seleccionar los temas de los que te gustaría saber un poco más.
2- Encontrar el espacio apropiado para la lectura
Leer es un proceso que requiere un mínimo de concentración, por lo tanto, es imprescindible hallar un espacio tranquilo para leer. Además, está comprobado científicamente que leer en entornos serenos aumenta nuestra comprensión y facilita la lectura.
Igualmente, evita el uso de tu teléfono móvil o de cualquier otro dispositivo tecnológico que te tente a dejar “a medio camino” el libro que acabas de empezar. Intenta enfocar tu energía únicamente en la lectura, no importa si es sólo 10 minutos al día, lo sustancial es que al hacerlo le dediques tiempo exclusivo en medio de un ambiente de paz donde no existan factores externos que roben tu atención.
3- Incorporar la lectura en tu agenda diaria
No importa si eres el gerente de una empresa o trabajas 24/7, siempre puedes hacer un esfuerzo para dedicarle a la lectura, aunque sea 5 minutos al día. Si lo haces, aunque sea muy poco tiempo, poco a poco descubrirás que leer se convertirá en parte de tu ocupada rutina.
Además, adaptar la lectura dentro de tu práctica diaria elimina la necesidad de encontrar “tiempo” para leer. Simplemente establécete un horario e intenta cumplirlo a cabalidad.
4- Recuerda que la lectura NO es una carrera.
Muchas personas se frustran porque sienten que leen muy lento, y que pueden pasar una hora anclados en el mismo capítulo. Lo que no saben es que esto es absolutamente normal cuando las personas no están acostumbradas a leer seguido. La velocidad se adquiere con la práctica. Sin embargo, la rapidez al leer es lo que menos importa. Una de las cosas que debes “desaprender” y desintegrar de tu sistema de creencias es el hecho de pensar que la lectura es un maratón en el que el que lee más rápido es el mejor.
Esto es totalmente falso, una de las claves para disfrutar la lectura es olvidar las presiones y leer a tu ritmo. No importa si lo haces lento o rápido lo que importa es que lo disfrutes verdaderamente y no lo veas como una carrera de obstáculos en donde terminar el libro es el objetivo final.
5- Descubre tu género preferido:
Además de seleccionar los temas que puedan “interesarte”, es importante que también descubras el género que te guste más. Puedes sentirte atraído por una novela de ciencia ficción, policíaca, gótica, distópica, fantástica, etc.
Por otra parte, puede que prefieras leer poesía o libros de cocina, en lugar de novelas. Es decir, para todos los gustos hay alternativas. Y si finalmente descubres con qué género te sientes más cómodo a la hora de leer, entonces es muy probable que acabes amando la lectura en algún momento.
Recuerda que leer además de aportarte una cantidad infinita de conocimiento y vocabulario, te ayuda a mantener tu cerebro en constante funcionamiento e incrementa tu capacidad de razonar.
Leer tiene muchos beneficios, así que quizás esta vez piénsalo mejor y dale otra oportunidad.
Soraya A.P
