El amor en los tiempos de internet

En el año 1986, el genial escritor colombiano Gabriel García Márquez publicó una de sus novelas más conocidas, “El amor en los tiempos del cólera”, en el que se narra una historia de amor a medio camino entre Colombia y París en el primer tercio del siglo XX.

En ese periodo de la historia no había redes sociales, no había ni siquiera internet, de ahí que el amor en los tiempos del cólera sea muy diferente a como lo es en la actualidad, el amor en los tiempos de internet.

Hoy en día, el amor se parece más a una aplicación móvil llena de emoticonos y frases recopiladas de internet que a una relación profunda y duradera. Y sin embargo, a pesar de que todo parece mucho más superficial, la realidad es que lo único que ha cambiado es el modo de conocer a otras personas, de interrelacionarse, pero no el vínculo que se genera.

Desde hace años, los dispositivos móviles inundan nuestras vidas y son muchos los que se apuntan a la moda del always on, estar siempre conectados. Los sistemas de mensajería instantánea, las redes sociales y otras aplicaciones móviles encuentran en los emoticonos una herramienta original, divertida y amena de enviar mensajes.

En la web Emoji10 nos muestran el significado del emoji del corazón, pero además de este, nos ofrecen información sobre muchos más, para poder utilizarlos de manera cómoda, y acertada, en nuestros mensajes.

Internet no deja de ser un espacio más en el que interactuar, es una invención, un arma, que puede ser tan poderosa como la de la escritura o la prensa, y que consiente a los seres humanos interactuar, con diferentes modalidades frente a otros seres humanos.

De las citas sentimentales a la compatibilidad en las aplicaciones móviles

En la actualidad, para encontrar pareja, basta con descargarse una aplicación móvil, rellenar un perfil personal y comenzar a interactuar con otras personas, una práctica en la que entran en juego algoritmos que ayudan a encontrar esas parejas virtuales.

Ya sea en internet o en las tiendas de aplicaciones encontramos numerosas aplicaciones para ligar, apps para móviles que tienen como objetivo reunir a personas entre sí para que se vayan conociendo e inicien una relación. Una de estas webs es appsligar.com.

En realidad estas webs o aplicaciones móviles se inspiran en el mismo principio de las webs de citas y agencias de contactos. Los usuarios o clientes se inscriben en la agencia y, atendiendo a su personalidad, sus gustos y sus aficiones, la agencia localiza perfiles que puedan ser compatibles, para organizar citas.

Una vez se establece contacto, preferiblemente a través de la red, por aquello de conservar cierta privacidad, y se entabla una relación suficiente, es cuando se inicia de algún modo esa dinámica del flirteo: dos personas sentimentalmente libres se conocen, organizan una cita, la cita va bien, hay o no beso, vuelven a verse, la cita va más allá, y poco a poco se va gestando una relación.

La ayuda de internet sirve para dos aspectos fundamentales: en primer lugar, evitar esos silencios incómodos, guardar cierta privacidad; y en segundo lugar, interesarse únicamente por aquellos perfiles que realmente sean compatibles y con ello se pueda avanzar en la relación en menos tiempo.

En cualquier caso, es fundamental dejar claro que en la red parece todo perfecto, y es mucho más cómodo decir que todo es maravilloso, pero la perfección no existe. Desde un ordenador o una pantalla móvil es muy fácil impresionar. Con el contacto directo, ya no resulta tan sencillo, de ahí que muchas personas vean en estas herramientas tecnológicas una vía para allanar el camino y hacer más cómodo ese primer cara a cara.

¿Es mejor buscar pareja de manera tradicional o sumarse a las nuevas formas de flirteo?

La respuesta no es clara, ni mucho menos absoluta, pues va a depender de cada persona. No obstante, lo que parece indudable es que las redes sociales e internet han llegado para quedarse y que resulta una temeridad no sacar partido de estas herramientas.

Se puede ser partidario de las formas tradicionales de ligar y conocer a una persona en un bar, en una discoteca, en clase, en un concierto, haciendo deporte… y a partir de ahí intentar ir hacia adelante en una relación, pero esto es compatible con hacer uso de estas aplicaciones móviles que permiten facilitar toda esta tarea.

Al fin y al cabo el amor siempre el mismo, es un sentimiento de cariño, de entrega, de compatibilidades mutuas, y lo único que varías, y seguirá variando, es la vía de acceso hasta el amor.

La tan manida frase de “en mis tiempos…” no es más que la constatación de que muchas personas siguen queriendo ser jóvenes y que poco a poco van haciéndose mayores, pues el tiempo pasa irremediablemente para todo el mundo.