El 25 de noviembre pasará a formar parte de los libros de historia como la fecha en la que el líder cubano, Fidel Castro, fallecía a los 90 años en Cuba.
La noticia fue conocida por el mundo por medio de su hermano, hombre fuerte de La Habana, Raúl Castro, que comunico en la televisión estatal que el “Comandante” había fallecido en la Isla.
Fidel Castro, fue un personaje amado y odiado, y durante los últimos años hubo un sinfín de rumores sobre su fallecimiento, que finalmente se produjo el 25 de Noviembre.
Solamente la historia y los cubanos podrán juzgar al personaje, al Comandante de una revolución que años atrás ilusiono a una isla que pese al bloqueo de los Estados Unidos y de la comunidad internacional no “cayo derrocada” como otros regímenes comunistas en el mundo.
Valorar la figura de Castro no está al alcance de todos, pues pocos fueron los que realmente le conocieron, su papel en el mundo siempre ha sido “pesado”, importante, todo el mundo “conocía” a Fidel, aunque pocos pueden decir desde la sinceridad que sabían cómo pensaba, cuáles eran sus secretos y que había de verdad y mentira en el “mito”.
Las redes sociales, juez de la sociedad, lloran y ríen, muestran su pena y sus alegrías, una parte de Cuba se ha ido con el Comandante, otra parte de la isla mira con optimismo al futuro, pero el Comandante se fue sin ruido, desde el silencio, pues no sería mentir decir que muchos de los que hoy hablan, escriben, opinan y juzgan “ayer” no tenían en su mente a Fidel, el guerrillero que intento cambiar el mundo y se quedo aislado.
Sonrisas y lagrimas, sueños y pesadillas, tirano o profeta, un líder o un diablo, el mundo ha perdido a uno de los personajes más importantes de nuestra historia reciente, Fidel dice adiós a los 90 años.