(EUROPA PRESS) – EDP solicitará «en próximas fechas» el cierre de la central térmica de Soto de Ribera, según ha anunciado este martes la compañía, que ha informado de que la central de Aboño 1 continuará con su proceso de transformación para la quema de gases siderúrgicos para 2022, mientras que la de Aboño 2 se mantendrá «como apoyo a cualquier indisponibilidad».
Esta decisión se enmarca dentro de la estrategia de descarbonización de la compañía, que anticipará el cierre de sus centrales de carbón en la Península Ibérica –Sines, en Portugal, y Soto de Ribera en Asturias–. El consejero delegado de EDP, Miguel Stilwell de Andrade, ha explicado que la decisión de anticipar el cierre de las centrales de carbón se deriva de los bajos precios del gas y los elevados precios del CO2, así como de la estrategia enfocada en renovables, alineada con las metas europeas de neutralidad de carbono, «además de la voluntad política de anticipar esos plazos».
La central de Soto de Ribera, han explicado, «no produce energía desde hace más de un año» y la empresa está actualmente «validando proyectos» con el objetivo de desarrollar «un proyecto innovador de almacenamiento de energía».
Para la central de Aboño, EDP ya ha pedido la licencia para la transformación de su grupo 1 en una central que utilice sólo gases siderúrgicos a partir de 2022. Aboño 2 se mantendrá como apoyo a cualquier indisponibilidad contribuyendo así a una economía más circular. «Este es el primer proyecto de transición justa que se desarrolla en una central de carbón en España», aseguran, al tiempo que afirman que «los cambios en las centrales de Aboño y Soto no supondrán pérdida de empleo».
En el caso de la central de Sines, EDP ya ha entregado a la Dirección General de Energía y Geología su declaración de renuncia a la licencia de producción para que pueda concluir su actividad en enero de 2021. La instalación está parada desde el 25 de enero.
En esta misma localización de Sines, EDP está validando el desarrollo de un proyecto de producción de hidrógeno verde, en consorcio con otras empresas.
INVERSIONES CON CARGO AL FONDO DE TRANSICIÓN JUSTA
En sus diferentes emplazamientos, EDP espera llevar a cabo una serie de proyectos que estén alineados con la transición energética. Estas potenciales inversiones «podrán aún ser incluidas en el fondo para la Transición Justa con el objetivo de ayudar a las regiones a reconvertir su economía, cuidado del medioambiente y promover la actividad económica».
«EDP mantiene una posición de liderazgo en la transición energética, con una estrategia enfocada en la descarbonización y en el crecimiento sostenido en renovables. Con la aceleración de ese proceso, sobre todo en el último año, asistimos a una inevitable reducción de las perspectivas de rentabilidad de las centrales de carbón y la pérdida de competitividad de ese mercado», ha señalado el consejero delegado de EDP, Miguel Stilwell de Andrade.
Frente a este escenario, ha agregado, EDP «se refuerza con las elevadas inversiones en energía eólica y solar definidas en el plan estratégico». «Estamos en el camino acertado para cumplir nuestros objetivos de sostenibilidad para 2030: tener el 90% de la producción con origen renovable y reducir en un 90% las emisiones específicas con respecto a 2005», ha explicado.