Berlín, 14 oct (EFE).- El coreógrafo español Nacho Duato calificó hoy en Berlín de «irónico» el hecho de que ninguna de sus coreografías formen parte de las celebraciones del 35 aniversario de la Compañía Nacional de Danza (CND).
«Es algo irónico que, de los 35 años, yo he estado 20 y no haya ninguna coreografía mía. Pero yo ya dije que no trabajaba con el Ministerio de Cultura (español) nunca más en mi vida», manifestó Duato tras presentar el regreso de la bailarina Polina Semiónova como artista invitada en diversas funciones del Staatsballet que dirige.
El actual director de la CND, José Carlos Martínez, explicó al presentar las galas en Madrid que había invitado a participar a Duato y que este le había contestado que aunque «apreciaba mucho» a los bailarines y que «seguía» lo que hacían no quería firmar un contrato con el INAEM para ceder una coreografía suya para estas celebraciones.
Si le llamaran de la CND para firmar un contrato «directamente con otra gente» en todo caso aceptaría, pero por el momento seguirá sin responder a ninguna petición que venga del ministerio, subrayó.
A España por supuesto sigue yendo, a ver a la familia, a los amigos y a pasear, pero «para trabajar realmente últimamente es bastante patético», afirmó.
«Ya sé que estoy un poco rebotado con España y quizás no tendría que ser tan estricto en mis declaraciones, pero es que es la pura verdad», agregó.
A su juicio, fuera la situación es diferente, pues los artistas son «gente importante de la cultura y en España parece que no lo quieren entender».
Respecto a su trabajo en Berlín al frente del Staatsballet, dijo que «es estupendo», y agregó que «la diferencia es abismal» entre estar en Alemania o en España.
En Alemania cada ciudad tiene su teatro, «por supuesto subvencionado», subrayó, con sus compañías estables de ballet, de ópera, dramática, y su orquesta estable, mientras que «en España no hay ni una sola ciudad que tenga una compañía estable de nada», criticó.
«Es curioso, porque en España yo siempre he estado criticando que el ballet no tiene un teatro propio y ahora de pronto estoy aquí y tengo tres: tengo el Staatsoper, el Komische Oper y el Deutsche Oper, tres orquestas, tres equipos técnicos y tengo la suerte de poder bailar acompañado por la (Staats) kapelle de Berlín», dijo.
Según explicó, en la capital alemana hay reuniones cada mes con las autoridades responsables de Cultura, en las que se evalúan, entre otros asuntos, los presupuestos, los objetivos, y su cumplimiento en ese mes.
«Yo con el Ministerio de Cultura, por ejemplo, a Esperanza Aguirre la conocí dos años después de llegar a mi puesto y no sabía qué compañía dirigía. Esa es la diferencia», zanjó.
Reconoció, que «el alemán es un poco cuadriculado», pero afirmó preferir «la cuadrícula que el despelote total», pues al menos «sabes lo que te espera».
Respecto a su paso por el Teatro Mijáilovski de San Petersburgo, de cuyo ballet asumió la dirección en enero de 2011 y donde ahora es coreógrafo estable, reconoció que en la antigua capital imperial «estaba un poco aislado».
«Fue una gran experiencia, me encantó trabajar en el Mijáilovski, con grandes estrellas también de la danza, pero estoy contento de estar de vuelta en Europa», porque «Berlín es Europa», señaló.
El coreógrafo hizo estas declaraciones tras presentar ante la prensa el regreso de Semiónova, quien hasta 2012 fuera primera bailarina del Staatsballet de Berlín, ciudad a la que había llegado en 2002 con 17 años.