Bogotá, 19 nov (dpa) – El saqueo de ayudas humanitarias por parte de un grupo de venezolanos que pernocta en un albergue temporal instalado la semana pasada en Bogotá desató hoy fuertes disturbios entre los migrantes y la Policía.
«Los extranjeros, quienes habían sido trasladados a este espacio hace cerca de una semana desde un asentamiento ubicado en los alrededores de la terminal de transportes de Bogotá, protagonizaron graves disturbios saqueando alacenas, enfrentándose a la Policía Nacional e incluso agrediendo a los habitantes de la zona», indicó Migración Colombia en un comunicado.
El saqueo de las ayudas humanitarias por un grupo de venezolanos desató una pelea entre los migrantes, situación que se desbordó a tal punto que tuvo que intervenir la Policía Antidisturbios, que fue recibida con piedras y palos, según muestran videos grabados por vecinos del albergue.
La cabeza de la autoridad migratoria, Christian Krüger, explicó que la decisión de la Alcaldía de Bogotá de instalar un albergue para atender a quienes pernoctaban cerca de la terminal de transportes en carpas improvisadas siempre ha sido con el propósito de mejorar las condiciones humanas de los migrantes, pero alertó que quienes generaron los disturbios serán expulsados del país.
«Si creen que vamos a permitir comportamientos que atenten o pongan en riesgo la integridad de la población colombiana e incluso de aquella que se encuentra dentro del campamento, están muy equivocados. Tomaremos las medidas necesarias para que esté tipo de situaciones no se vuelva a presentar», afirmó Krüger.
Quince de los 16 capturados en los desmanes serán transportados hacia la frontera con Venezuela para efectuar la medida de expulsión, mientras que el restante será puesto a disposición del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar por ser menor de edad.
Los venezolanos se quejan de las condiciones en las que fueron albergados, pues se trata de una zona verde en donde fueron instaladas carpas en donde deben dormir, en ocasiones, junto a personas que no forman parte de su grupo familiar. El lugar ya cuenta con agua potable y se les están entregando alimentos. También dicen que la comida es poca y que no se les permiten prender fogatas para cocinar.
La semana pasada, cuando los venezolanos fueron trasladados a este albergue temporal que instaló la Alcaldía de Bogotá, los buses en donde eran transportados fueron detenidos por algunos minutos por un grupo de vecinos, que se oponían a la instalación del albergue temporal.
«Las cosas temporales se vuelven permanentes», dijo al diario «El Tiempo» uno de los vecinos.