La Paz, 10 sep (dpa) – Diez años se cumplirán mañana sin que Bolivia y Estados Unidos mantengan sus embajadores en Washington y La Paz, respectivamente, desde que el presidente boliviano Evo Morales expulsó a Philip Goldberg por injerencia en política y George W. Busch retrucó con el adiós del boliviano Gustavo Guzmán.
Las relaciones diplomáticas entre ambos países ahora se mantienen a nivel de sus encargados de negocios, Pablo Canedo en Washington y Bruce Williamson en La Paz.
La Administración de Donald Trump envió en marzo de 2017 a La Paz al subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Michael J. Fitzpatrick, quien no logró acuerdos para reponer el intercambio de embajadores.
El presidente Morales sorprendió el 11 de septiembre de 2008 al expulsar al embajador estadounidense, Philip Goldberg, por su estrecha relación con líderes de oposición durante la crisis política-social que complicó en exceso al Gobierno boliviano.
También en noviembre de 2008 se expulsó de Bolivia a la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).
«El discurso antiimperialista del presidente Evo Morales influyó para que las relaciones de Bolivia y Estados Unidos se mantengan solo a nivel de los encargados de negocios. Lo malo de esto es que perdemos oportunidades para tener el apoyo de ese país en nuestra demanda marítima», comentó el analista internacional, Andrés Guzmán Escobari.
Pero el comercio creció entre ambos países en los últimos diez años. Las exportaciones de Bolivia crecieron de 360 a 965 millones de dólares en el periodo 2006-2016, según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE, privado).
También las importaciones desde Estados Unidos a Bolivia aumentaron de 346 a 817 millones de dólares en el mismo periodo.
El Congreso de Estados Unidos, por otra parte, aprobó en febrero pasado la renovación de las rebajas arancelarias previstas por el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP), que favorecerá a Bolivia hasta 2020.
Bolivia y Estados Unidos establecieron relaciones diplomáticas el 3 de enero de 1849. El mejor momento fue durante la Segunda Guerra Mundial por la entrega de estaño boliviano a bajos precios a la Administración estadounidense de Franklin D. Roosevelt (1933-1945).
Luego se deterioró con el golpe militar del mayor Gualberto Villarroel en 1943. Ese Gobierno duró tres años. Y volvió la tensión con la llamada Revolución Nacional en 1952, de corte antiimperialista, resistida por los presidentes de Estados Unidos, Harry Truman (1945-1953) y Dwight Eisemhower (1953-1961). Hubo una demora de dos años para reconocer al Gobierno boliviano de Víctor Paz Estenssoro.
En la actualidad, varios congresistas estadounidenses, como la republicana Ileana Ros-Lehtinen, critican a Evo Morales por haber sido habilitado en noviembre de 2017 por el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) de Bolivia como candidato para las elecciones generales de octubre del año pasado.
Por Mario Roque Cayoja (dpa)