Oviedo, 29 nov (EFE).- Agentes de las Policía Nacional han detenido a una joven, de 32 años acusada de ser la supuesta autora de varios robos con violencia registrados en Oviedo, informa el Cuerpo.
El primero de los casos por lo que se la acusa es un robo cometido sobre una anciana de 83 años que denunció haber sido robada por «una joven gitana de acento extranjero» cuando ambas se encontraban en el ascensor de su domicilio, cerca de la calle General Elorza, en el barrio de Pumarín.
El relato policial apunta que el pasado día 11 de noviembre, cuando una señora mayor estaba intentando abrir la puerta de la calle del inmueble donde vive y, entonces, se le acercó una joven que al parecer hablaba español con dificultad.
Una vecina del edificio que llegaba en ese momento abrió la puerta y las tres entraron y tomaron el ascensor.
Cuando se bajó la anciana, también lo hizo la joven, mientras que la otra vecina continuó a un piso superior, pero al salir del ascensor oyó gritos de auxilio, por lo que bajó rápidamente por las escaleras.
La vecina pudo comprobar que a la anciana le había arrancado una cadena de oro y una medalla que llevaba al cuello.
Los investigadores conocieron la identidad de la detenida por la aportación de los testigos que señalaron que la supuesta autora de los hechos llevaba un aparato para sordos en una oreja.
La detenida fue reconocida en un reconocimiento fotográfico y también por ser la supuesta autora de otro robo con violencia, en este caso en la Estación de FEVE de Parque Principado, cuando se acercó a una joven y le pidió dinero para poder coger el tren.
La joven sacó la cartera del bolso para darle algo, incluso le llegó a ofrecer su propio billete, pero la joven le contestó que quería dinero.
Cuando comenzó a abrir la cartera le dio un empujón y se la arrebató de las manos para a continuación salir corriendo.
La víctima la siguió y entonces, cuando ya casi le había dado alcance, la detenida la amenazó, y de un fuerte empujón la tiró a las vías, alejándose rápidamente a la zona donde vive, a pocos metros de la zona, en el Cascayu.
En este caso fue reconocida por la víctima y por las grabaciones de las cámaras de seguridad de FEVE.
La cartera que robó contenía 250 euros.
Un tercer caso de robo con violencia, en el que también fue reconocida por la víctima mediante composición fotográfica, tuvo lugar cuando amenazó a la víctima, la tiró al suelo y le arrebató las joyas que portaba.
Los investigadores consiguieron averiguar siete ventas de joyas, la última la de la anciana de la zona de Pumarín, consiguiendo recuperar lo robado y devuelto a su propietaria.
La joven, de 32 años, que actúa generalmente en la zona centro, suele acercarse a personas mayores a las que ofrece sus servicios y a las que sustrae carteras, relojes y joyas.
La Policía señala que la joven suele comportarse en un principio muy amable, pero en el momento de perpetrar los robos se muestra muy violenta.
Tiene numerosos antecedentes policiales y la mayoría de los días comete algún robo o hurto en la ciudad