Cumbre de las Américas: Maduro en boca de todos

Lima, 14 abr (dpa) – La crisis en Venezuela marcó hoy la sesión plenaria de la VIII Cumbre de las Américas en Lima, donde varios jefes de Estado y gobernantes del continente condenaron la «antidemocracia» en el país caribeño y llamaron a desconocer sus elecciones adelantadas.

Aunque en la cumbre no estaba previsto algún consenso para tomar acciones contra el Gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, las autoridades, con excepción de las de Bolivia y Cuba, coincidieron en pedir esfuerzos conjuntos para una «salida democrática».

El más enfático en cuestionar a Venezuela fue el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, que pidió a «cada nación libre tomar acciones fuertes para aislar al régimen de Maduro».

«Estados Unidos no se va a quedar con los brazos cruzados si Venezuela colapsa. Nuestra administración ha impuesto restricciones financieras y sanciones a funcionarios venezolanos», recordó Pence, de quien ya se sabía que llevaría a la cumbre el mensaje anti-Maduro que lidera en la región el presidente Donald Trump.

Durante la sesión plenaria, encabezada por el presidente peruano Martín Vizcarra, mandatarios como los de Argentina, Mauricio Macri; Chile, Sebastián Piñera, y Colombia, Juan Manuel Santos, afirmaron abiertamente que no reconocerán los resultados de las elecciones adelantadas que impulsa Maduro para revalidarse en el poder.

«No podemos mirar hacia otro lado cuando se atropella el derecho de los venezolanos a elegir en libertad», manifestó Macri.

«Venezuela tiene un régimen opresor. La Asamblea Constituyente espúrea fue el golpe de gracia a la poca democracia que existía. Esas elecciones las tenemos que desconocer todos los presentes. No reconoceremos los resultados de unas elecciones para disfrazar una dictadura», sentenció Santos.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, se sumó a los cuestionamientos y pidió trabajar por el «restablecimiento de la democracia» en el país caribeño.

«La violación de derechos humanos y la falta de respeto al Estado de derecho por parte del Gobierno de Venezuela es completamente inaceptable. Cualquiera que sea un verdadero amigo de Venezuela debe poner por delante los intereses de ese pueblo en esta crisis humanitaria y política», sostuvo Trudeau.

Entretanto, el presidente de Brasil, Michel Temer, pidió una salida democrática con el respaldo de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y del Grupo de Lima, un bloque de 14 países creado para hacer seguimiento de la problemática social en Venezuela.

En contraparte, los principales defensores a Maduro, excluido del foro por hacer cambios en el calendario electoral de Venezuela, fueron el presidente de Bolivia, Evo Morales, y el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez.

Morales rechazó la ausencia del «hermano» Maduro «por imposición de Estados Unidos», mientras que Rodríguez aseveró que su exclusión convierte a la cumbre en una que afrenta a todos los pueblos de América.

«Como voz de la hermana y heroica Venezuela estamos aquí para defender su libre determinación y para reiterar la solidaridad de Cuba. Deseamos éxitos a la próxima elección presidencial en Venezuela», dijo Rodríguez.

En un tono más conciliador, la vicepresidenta de Ecuador, María Alejandra Vicuña, calificó la ausencia de Maduro en la cumbre como «una lástima» y afirmó que la única forma de solucionar la crisis en Venezuela de manera pacífica es a través del diálogo.

Maduro fue excluido de la cumbre por decisión del Gobierno peruano, anfitrión del foro, que, al igual que sus socios del Grupo de Lima, considera que no están dadas las garantías democráticas en el proceso electoral de mayo, en el que no participa la mayor parte de la oposición.

Las autoridades aprovecharon su intervención para expresar condolencias a Ecuador por el asesinato del grupo periodístico en la frontera con Colombia. Además, condenaron el uso de armas químicas y abogaron por la paz en Siria. Solo Bolivia y Cuba cuestionaron directamente el ataque lanzado en la madrugada de este sábado por Estados Unidos, Reino Unido y Francia.

Por Rosmery Cueva Sáenz (dpa)