El Sporting continúa trabajando en Mareo, con vista puesta únicamente en el partido del domingo en el Villamarín, frente a uno de los dos únicos equipos que fue capaz de ganarle esta temporada, ya ascendido , y esperando que se produzca la carambola necesaria en Montilivi para celebrar el regreso a Primera.
Complicado es. Y mucho. Pero si algo sobra en el Sporting es ilusión, ganas, méritos acumulados y seguridad en que, mientras haya opciones, irá a por todas. Pero es fútbol, y nunca se sabe. Como reconoce el virtual Zamora de Segunda, Iván Cuéllar, para quien podría ser además, su último partido como rojiblanco.
“Estamos centrados en hacer nuestro trabajo, que no es fácil. Parece que todo el mundo da por hecho de que vamos a ganar allí con dos goles de diferencia. Y es muy complicado. Como también lo es lo del Girona en su campo, porque en estos casos gana quien lo necesita. Pero estamos muy tranquilos, centrados y preparados para todo. Cuando las cosas no dependen de ti es difícil”, asegura el emeritense.
Y muestra su lado sincero el meta. “Para los chavales de este equipo no caben más palabras de elogio. Competiremos hasta el final. No ascender sería la mayor injusticia que yo haya vivido en el fútbol. Y esta temporada lo veo más cerca que la pasada, por todo”.
Y valora de igual modo su trayectoria esta temporada. “Ser trofeo Zamora es un premio a una carrera complicada, de altibajos, en la que no me he dado por vencido. Es un premio individual, pero nunca lo hubiera logrado sin mis compañeros. Te lo dan a ti, pero es para todo el equipo. Aunque prefiero el otro premio, el del ascenso”.
Tiene por delante dos entrenamientos más en Mareo el equipo rojiblanco, antes de viajar a Sevilla en la tarde del sábado. Mandi y Álex Serrano se quedaron fuera de la sesión, por una tendinitis rotuliana en el primer caso y por una pubalgia en el segundo.