Cuba pasa el testigo a Costa Rica y se anota un éxito diplomático con su cumbre

5890231wLa Habana, 29 ene (EFE).- Costa Rica asumió hoy en La Habana la presidencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en una concurrida cumbre con la que Cuba se ha anotado un éxito diplomático y en la que Chile y Perú certificaron el fin de sus diferencias fronterizas.

La Cumbre de La Habana, donde han participado todos los presidentes y jefes de Gobierno del bloque menos los de Panamá y El Salvador, se clausuró con el traspaso de la presidencia a Costa Rica, que liderará el foro en 2014 con el objetivo de generar «cooperación y entendimiento, visión y confianza».

Ese compromiso será asumido por el Gobierno que salga de las elecciones que Costa Rica celebrará el domingo, según garantizó la presidenta Laura Chinchilla.

Cuba deja la presidencia de la Celac por la puerta grande como anfitriona de una cumbre que ha recibido felicitaciones y parabienes de la mayoría de los asistentes y que varios calificaron de «histórica».

El cónclave aprobó una «Declaración de La Habana» donde el acuerdo más destacado es la proclamación de América Latina y el Caribe como «zona de paz» con el compromiso de «desterrar para siempre» el uso de la fuerza y solucionar las controversias de forma pacífica.

En coincidencia con esas intenciones, la cita sirvió de escenario para que Perú y Chile certificaran el fin de sus disputas fronterizas tras el reciente fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya sobre los límites marítimos de ambos países tras la demanda interpuesta por Lima.

Perú dio por cerrado «para siempre» el capítulo de delimitación de sus fronteras, según anunció ante la Celac el presidente Ollanta Humala, quien destacó que Lima y Santiago dan «un ejemplo a la comunidad internacional» al superar sus diferencias de la manera «más constructiva posible».

En La Habana llegó la esperada imagen de Humala y el chileno Sebastián Piñera juntos ante los medios, tras celebrar una reunión en la que también estuvo la presidenta electa de Chile, Michelle Bachelet.

Este fue uno de los múltiples encuentros bilaterales auspiciados por la cumbre, que algún presidente, como el mexicano Enrique Peña Nieto, ha aprovechado para cursar su primera visita de Estado a la isla.

Y quien ha tenido una intensa actividad con motivo del cónclave sin participar directamente en él ha sido el expresidente Fidel Castro, de 87 años y retirado del poder desde 2006, que no ha parado de recibir visitas en su residencia habanera.

En estos días, el líder cubano se ha visto con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; las presidentas de Argentina, Cristina Fernández; Brasil, Dilma Rousseff; y la primera ministra de Jamaica, Portia Simpson-Miller.

Hoy miércoles se reunió con el mexicano Peña Nieto y recibió juntos a los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Ecuador, Rafael Correa, y Nicaragua, Daniel Ortega.

En cuanto al contenido de la cumbre, la nota dominante de los discursos fue el apoyo a la integración regional y la defensa de la Celac como un mecanismo «de unidad dentro de la diversidad», según se empeñó en recordar el presidente cubano, Raúl Castro.

Hubo coincidencias en la necesidad de dotar de mayor eficacia a la Celac para afrontar los desafíos de la región, el más importante la reducción de las desigualdades y la pobreza.

La cumbre de la Celac respaldó además el proceso de paz colombiano que tiene su sede permanente en Cuba.

Durante el evento, aunque de forma colateral, el espinoso asunto de los derechos humanos en Cuba salió a colación por boca del secretario general de la ONU, que pidió al Gobierno de la isla que ratifique los pactos internacionales en esa materia.

La disidencia cubana ha denunciado una ola de arrestos y detenciones durante la cita regional y días previos y algunos grupos opositores pidieron reunirse con representantes de países de la Celac, sin demasiado éxito.

Solo Costa Rica respondió a la solicitud de la opositora Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) y una de las funcionarias de su delegación se reunió hoy con el líder del grupo, Elizardo Sánchez.

Durante este miércoles, la parte pública de la cumbre se limitó la sucesión de discursos sin apenas intercambios o debates: la única controversia fue el enfado del presidente de República Dominicana, Danilo Medina, cuando el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, acusó a Santo Domingo de violar los derechos de los haitianos.

No faltaron propuestas curiosas como la del boliviano Evo Morales al sugerir a sus colegas de la Celac espiar todos a Estados Unidos.

«Si hay que hacer espionaje para una cuestión de seguridad de la comunidad internacional, les propondría a ustedes que todos hagamos espionaje a (el presidente estadounidense Barack) Obama y a su Gobierno, y así habrá seguridad mundial», dijo.

A pesar de la expectación generada por la visita a la isla del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, la primera en más de medio siglo de un responsable de este organismo, su paso por Cuba fue discreto aunque pudo conversar 10 minutos con Raúl Castro.

La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños nació en diciembre de 2011, bajo el impulso del fallecido presidente venezolano, Hugo Chávez, quien ha sido recordado por el bloque en la cita de La Habana.