Cuatro hospitales implantan monitores cardíacos un 80 por ciento más pequeños

6015483wMadrid, 6 mar (EFE).- Los hospitales Ramón y Cajal, Puerta de Hierro, La Paz e Infanta Leonor han implantado de manera simultánea, en un total de seis pacientes adultos y un niño, un nuevo dispositivo de monitorización cardiaca de última generación que es un 80% más pequeño que los actuales.

Se trata de un «holter insertable» sin cables, cuyo tamaño es un tercio de una pila normal y que proporciona monitorización a largo plazo, durante más de 3 años y con un 20% más de memoria que los holter anteriores, para ayudar a los facultativos a controlar el ritmo cardíaco y diagnosticar diferentes arritmias.

Las intervenciones se realizaron ayer en cuatro pacientes adultos del hospital Puerta de Hierro, uno de La Paz y otro del Infanta Leonor, mientras que en el Ramón y Cajal se ha implantado este monitor por primera vez en un paciente pediátrico, lo que sitúa a los cuatro hospitales entre los primeros de España en inyectar este dispositivo puntero.

Situado justo debajo de la piel en la zona izquierda del pecho es, a menudo, casi invisible a la vista una vez implantado, explica la Comunidad en una nota.

Además, se coloca utilizando una técnica mínimamente invasiva, con una incisión de menos de un centímetro, y es compatible con la resonancia magnética, por lo que el paciente una vez implantado puede someterse a este tipo de prueba si fuera necesario.

Este sistema proporciona monitorización remota diaria a través del sistema CareLink®, que permite a los especialistas recibir notificaciones cuando sus pacientes tengan un episodio cardiaco.

Está indicado para pacientes que hayan sufrido mareos, palpitaciones, síncopes y dolor en el pecho que puedan sugerir una arritmia.

También puede ser utilizado en pacientes con mayor riesgo de sufrir arritmias cardiacas, o para evidenciar la posible causa de un ictus de origen desconocido.

Uno de los pacientes beneficiados, de 22 años y con síncopes de origen desconocido, llevaba un año con un holter convencional hasta que se produjo un rechazo y empezó a expulsarlo.

El niño que recibió el implante en el Ramón y Cajal tiene 6 años de edad y presentaba síncopes de causa incierta y de manera frecuente desde que tenía dos años.

La paciente del Infanta Leonor de Vallecas, de 64 años, había sufrido dos ictus en un solo mes y en dos territorios anatómicos distintos, lo que suponía una sospecha alta de cardioembolismo.