(dpa) – Para ganar un poco de dinero a veces sólo hace falta usar simplemente el smartphone. «Ve al supermercado, fotografía los estantes con detergente para la ropa y envíanos las fotos por correo electrónico». Algo así podría ser un trabajo por encargo para los denominados crowdworkers.
A través de plataformas especiales en Internet pueden realizar pequeñas tareas que se pueden resolver en casa y ganar dinero por ellas.
Este tipo de trabajo está creciendo rápidamente. Tan solo en Alemania, cerca del cinco por ciento de los mayores de 18 años utiliza plataformas de crowdworking, gigworking o clickworking y cerca del 70 por ciento de ellos ganan de esta forma dinero, de acuerdo al Monitor de Crowdworking encargado por el gobierno alemán y difundido en 2018.
Así funciona el crowdworking
El principio rector es relativamente simple. Empresas ofrecen tareas a través de plataformas, que les permiten recibir los servicios de forma más económica y flexible que por otros medios.
Los crowdworkers registrados en la plataforma analizan las distintas ofertas y se postulan según sus intereses. La empresa decide quién realizará el trabajo. Para realizar la elección, en algunas plataformas existen sistemas de evaluación. Así, quien ofrece el encargo puede probar cuán satisfecho estuvo otra empresa que le otorgó una tarea a ese postulante.
«Este sistema no suele ser transparente para el trabajador», declara el profesor Enzo Weber del Instituto para Investigación del Empleo y Mercado Laboral (IAB) en Núremberg.
Según el experto de IAB, la gama de posibles trabajos es enorme. Las personas con bajas cualificaciones encontrarán tareas al igual que quienes tengan altas puntuaciones por sus referencias. A veces se trata simplemente de leer los precios de los productos en una tienda e introducirlos en una base de datos.
«Pero también se pueden hallar propuestas que implican tareas más complejas», señala Andreas Lutz, un experto del mercado de trabajo de emprendedores e independientes. Éstas podrían ser trabajos de traducción, programación o consultoría.
Trabajo autónomo con mala paga
No siempre hay un pago lucrativo para los pedidos recibidos a través de Internet. «Muchos trabajos obtenidos a través del crowdworking o el gigworking tienden a estar mal pagados», advierte Enzo Weber.
Esto rige especialmente si alguien no tiene conocimientos especiales o sólo selecciona tareas que requieren bajas cualificaciones, añade Lutz.
A favor de este tipo de trabajo se puede decir que «el contratista trabaja de forma autónoma, él decide qué tareas asumir y cuáles no», según opina Weber. Además, el crowdworker a menudo puede elegir el horario y el lugar de trabajo, sin asumir compromisos a largo plazo.
Las desventajas para este tipo de trabajadores son, aparte de los salarios en general bastante bajos, que no hay convenio colectivo, no hay salario mínimo y no hay seguridad social.
«El anonimato es otro factor», explica Alexander Kiock, vicepresidente de la Asociación Alemana de Economía Digital (BVDW). Lutz agrega además que, como regla general, no se sabe con quién se está tratando en la plataforma. «Muchos también se pierden un intercambio personal con sus colegas», dice.
Lo importante es que los crowdworker son considerados como trabajadores autónomos, ya sea como tarea principal o secundaria, incluso cuando las condiciones de trabajo en la práctica suelen tener poco que ver con la actividad independiente.
Sin embargo, los trabajadores autónomos en régimen de crowdworkng siempre están obligados a registrarse ante el fisco. «Si se gana dinero como crowdworker y no se reporta al fisco, esto puede ser considerado una evasión de impuestos», explica Weber.
Por Sabine Meuter (dpa)