Madrid, 9 ago (dpa) – A pesar de todos los éxitos cosechados para el Real Madrid en los últimos años, Keylor Navas siempre tuvo que convivir con ciertas dudas sobre su rendimiento. Con el fichaje del belga Thibaut Courtois su competencia será ahora más dura que nunca, pero el costarricense decidió aceptar el desafío.
En las últimas semanas, cuando los rumores de que el equipo blanco estaba buscando un nuevo arquero comenzaban a cobrar fuerza, muchos dieron por hecho que Keylor Navas debía buscarse un nuevo equipo.
El Real Madrid acababa de firmar a otro arquero como Andry Lunin, una promesa ucraniana de 19 años, y con él más Luca Zidane, Kiko Casilla y Courtois ya serían cinco para ocupar un sólo puesto.
Sin embargo, cuando el fichaje del belga era ya inminente, el guardameta de 31 años aseguró en la prensa que su intención es quedarse para defender la titularidad que hasta ahora poseía bajo el arco blanco.
Lo hizo además de una manera vehemente. «Claro, díganlo con fuerza. Tengo las mismas ganas de irme que de morirme», declaró a la emisora «Onda Cero».
El del costarricense es sin duda un caso singular. Fue fichado del Levante español después de presentarse al mundo con una magnífica actuación con su selección en el Mundial de Brasil 2014 y llegó al Madrid cuando el arco tenía ya un nombre propio: el del legendario Iker Casillas.
Este hacía tiempo que había entrado a mermar el rendimiento que en su día le llevó a ser el mejor del mundo en su puesto y, mientras, Navas aprovechaba las oportunidades en las que podía suplir al «Santo».
Casillas terminó marchándose y Keylor no sólo se hizo con la titularidad en el arco sino que entró directamente en la historia del Real Madrid al conquistar las tres últimas Copas de Europa de manera consecutiva.
El «tico» fue titular en las tres finales y en todas ellas registró apariciones clave.
Lo sorprendente es que, a pesar de los éxitos, Navas nunca logró convencer a todo el madridismo. Acumuló críticos y seguidores casi a partes iguales y eso derivó en que, en todos estos años, el Real Madrid llegó a sondear porteros en cada ventana de fichajes.
De hecho, en 2015 estuvo a punto de llegar el español David De Gea del Manchester United, pero el ya famoso incidente del fax en los últimos minutos del mercado lo impidió.
El pasado mes de enero fue el entrenador Zinedine Zidane el que mostró su confianza en Navas impidiendo el fichaje de Kepa, que ahora se fue al Chelsea, cuando el club ya tenía decidido incorporarlo.
El desafío al que ha decidido enfrentarse Keylor Navas ahora es mucho más duro: debe convencer a un nuevo entrenador como Julen Lopetegui y competir con el recientemente elegido mejor portero del Mundial de Rusia 2018, Courtois.
El belga, de 26 años, fue presentado hoy y declaró de entrada su enorme respeto por Navas, pero también le avisó que sabe lo que es desplazar a un titular afianzado.
«Cuando fui al Chelsea en 2014 estaba Petr Chech y terminé jugando», aseguró Courtois antes de dejar claro que eso no impidió que el checo y él terminaran formando una gran amistad.
«Hoy en día él es mi amigo y aún hablo con él. Los porteros somos un grupo de amigos aparte dentro del vestuario y desde el primer día haré todo para entrar bien en el grupo. Vengo a competir al máximo, como siempre he hecho y como el resto de porteros del equipo», añadió.
Lo que parece claro es que Lopetegui deberá elegir entre dos arqueros que de talento y ambición, ahora mismo, están sobrados.
Por Jorge Aldea (dpa)