MADRID (dpa) – Tener hijos nunca ha sido fácil, pero a veces el desconocimiento recubre el proyecto de un halo romántico que dista bastante de la realidad. Para alertarnos de todos los riesgos -los dulces y los amargos- de dar semejante paso, la periodista Cecilia Jan recopila con humor consejos y experiencias en el libro «Cosas que nadie te contó antes de tener hijos» (Planeta).
Desde que estalló el fenómeno de los blogs, algunos de los más populares están dedicados a la maternidad y la crianza, y forman una nueva gran familia para todas aquellas madres y padres que a veces se sienten solos con el actual estilo de vida del mundo occidental.
Como coordinadora del blog «De mamas & de papas» del diario español «El País», Jan decidió convertir en libro ese recuento de cosas, desde la gordura del embarazo, los distintos tipos de parto, los primeros días, la falta de sueño, los niños convertidos en gremlins, los mocos que se limpian en la ropa de los papás, «Cosas odiosas de ser padres» (Capítulo 17), el hecho de que tus niños tengan mucha más vida social que tú o los problemas de pareja, desde las peleas descomunales al «sexo ninja» (rápido, silencioso y a oscuras).
Lo mejor de ser madre o padre «es el amor que te dan los pequeñajos», señala a dpa Jan (Taiwan, 1974). «Que te quieren incondicionalmente seas tú buena o mala, o tengas un buen o mal día, les gruñas o les hables bien. Ellos te perdonan todo y te quieren. Y a estas edades son muy inocentes y muy divertidos. Si sabes pararte a escuchar y mirarlos, y no estás tan comido por el día a día, son muy divertidos».»Y lo peor es quizás lo agotador que es. Es algo que no te imaginabas que pudiera ser tan agotador, que pudiera consumirte tanta energía».
«Cosas…» «no es una guía ni un manual de autoayuda, sino un recuento» de las alegrías pero también de las miserias de vivir con niños pequeños, explica la autora. Y ante la duda, la contraportada lo resumen en un: «Que la fuerza te acompañe. La necesitarás…».
Jan subraya que su objetivo es arrancar una sonrisa a quienes ya son padres, al sentirse identificados, e informar a los que están en ello. «Para que luego no digáis que nadie os avisó», destaca en la introducción.
La clave del éxito, subraya, es «ponerle humor a algo que en el día a día no te parece tan divertido». Y así sucede a lo largo de las algo más de 300 páginas, con numerosas anécdotas de la vida cotidiana como la ansiedad de que empiecen a hablar para luego acabar harta de cómo gastan tu nombre; la madre-ventrílocuo que responde como si fuera el niño cuando éste aún no habla, la frustración de encontrarse diciendo todas esas frases que juraste no decir jamás, o convertirse en una aspiradora de los alimentos que ellos no comen. Pero además de las cosas complicadas del día a día, Jan alerta de peligros como el de caer en un consumismo exagerado, sobre todo con el primer bebé, y da diversos consejos útiles en todos los temas, desde la lactancia a los carritos, sin temer meterse incluso en los más espinosos como el olor de las cacas de los bebés o las dificultades para tener relaciones de pareja tras el parto y tras meses sin dormir. Ante el título del último capítulo, «Del pozo no se sale nunca», sólo queda preguntar qué consejo da a los padres sumergidos en él. «Que lo relativicen. Que son etapas, siempre habrá otras nuevas, pero van pasando», señala Jan. «Las cosas serán sustituidas por otras, pero ésta que ahora mismo te parece tan terrible, pues pasa. Y que se rían un poco, que intenten relativizarlo, no estar tan centrados en lo que tienen que hacer, y pararse a mirar y a disfrutar de los niños, que a veces se nos olvida con todo lo que tenemos que hacer en el día a día».
Sobre todo, disfrutar pese al «lado oscuro». «A veces les exigimos a los niños cosas de mayores, decimos ‘¡es que son traviesos!’, y es que los niños tienen que ser traviesos. O que no paran de correr y de gritar… pero eso es lo que hacen los niños pequeños».
Por Romina López La Rosa