El mercado de los coches de segunda mano está en un momento absolutamente apasionante: hoy en día prácticamente resulta más interesante buscar una buena opción entre los coches de un anterior propietario que acudir a un concesionario a comprar uno nuevo.
Y es que los coches de segunda mano ofrecen una importante ventaja sobre los vehículos nuevos: su precio. Al ser transportes a los que ya se les ha hecho algunos kilómetros y han estado en manos de un particular, el precio se reduce mucho respecto a los que salen de fábrica.
Por otro lado, decir ‘coche de segunda mano‘ ya no es hablar de un vehículo viejo, desgastado y con cientos de miles de kilómetros. En la actualidad es posible encontrar coches prácticamente de kilómetro cero y considerados seminuevos que ofrecen la sensación de estar estrenando el modelo por primera vez, aunque se haya comprado de segunda mano.
El ¿problema? del papeleo
Muchas personas manifiestan que comprar un coche de segunda mano les resulta algo complejo por motivo del papeleo que hay que realizar cuando se vende o se compra un coche de segunda mano. ¿Cuáles son los pasos a seguir para que el proceso se lleve a cabo con normalidad? ¿Quién tiene que pagar las tasas y cubrir cualquier tipo de gastos? ¿Cómo garantizar que la transferencia se ha realizado sin problemas?
Aunque parezca muy complicado lo cierto es que vender un coche de particular a particular no es especialmente difícil.
El primer paso es confirmar que el vehículo tiene toda la documentación en regla: ITV, impuesto de circulación, etc. En este punto es interesante comprobar en el registro de vehículos de la Dirección General de Tráfico que no soporta multas o sanciones que no se hayan abonado para evitar sorpresas desagradables.
Una vez confirmado que todo lo anterior está en regla, habrá que aportar la documentación personal de ambas partes así como la identificación del coche que se va a transferir. Todo esto quedará registrado en un contrato de compraventa que se firma en el momento de la entrega del vehículo.
Las tasas
Generalmente en los acuerdos de compraventa de coches de segunda mano es el comprador el que se encarga de abonar las tasas correspondientes al cambio de titularidad y el impuesto de transmisiones patrimoniales, que debe realizarse en un plazo de diez días a contar desde el momento que se realiza la firma de transferencia.
Este proceso se lleva a cabo en Tráfico una vez abonadas las tasas y presentando la solicitud de transmisión del vehículo cumplimentada, el resto de la documentación del coche y el justificante de pago de los impuestos.
Son unos simples pasos que se realizan en un par de citas y que persiguen que la compraventa de un coche de segunda mano se realice dentro de los parámetros establecidos por la ley. De este modo el vehículo pasa a manos del comprador y esto figura a todos los niveles legales existentes en la actualidad. Seguir estas indicaciones hace que el proceso de transmisión de la titularidad del vehículo se resuelva sin problemas ni para el comprador ni para el vendedor y en un tiempo reducido.