Sintra (Portugal), 26 may (dpa) – El Banco Central Europeo (BCE) se mantiene en línea con su política de andar con pies de plomo antes de precipitarse; sin embargo, tras meses de baja inflación parece que ha llegado el momento de actuar y además afirmó que no permitirá «un período prolongado de tasas demasiado bajas o incluso negativas».
El presidente del BCE, Mario Draghi, dejó claro en una conferencia organizada por el organismo en la localidad portuguesa de Sintra que están preparados para actuar contra la baja inflación que asola la eurozona desde hace tiempo y que dificulta la recuperación económica.
Aunque el BCE espera que la tasa de inflación se vuelva a acercar al objetivo del dos por ciento a medio plazo, Draghi recordó que es la «responsabilidad» del organismo «ver los riesgos de este escenario y estar preparados para actuar en caso de que sea necesario».
La inflación en la eurozona es desde hace meses demasiado baja. En abril se situó en un 0,7 por ciento. El italiano afirmó que hay que estar «muy pendientes» en este momento a la posibilidad de que se mantenga «una espiral negativa entre la baja inflación, expectativas de inflación a la baja y el crédito, en particular en países en dificultades».
En su opinión, tanto el consumidor como las empresas podrían aplazar sus inversiones y frenar la recuperación de la coyuntura económica. «En este contexto debe haber una respuesta de la política monetaria cuidadosa y precisa».
El foro titulado «Política monetaria en un contexto económico en evolución» comenzó el domingo con una cena de gala y terminará el martes.
En ella participan más de 150 personalidades como los presidentes de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, y la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.
«La crisis ha obligado a los bancos centrales a reinventarse», afirmó Lagarde en la cena del domingo. «Para mí ellos son, los bancos centrales, los héroes de la crisis», declaró.
Todos los ojos están puestos ahora en la reunión del próximo 5 de junio en la sede del BCE en Fráncfort. Draghi anunció ya en la pasada reunión que el organismo quería esperar a los nuevos pronósticos trimestrales de crecimiento e inflación antes de decidir actuar antes de anunciar nuevos pasos.
Todo apunta a que ese día Draghi anunciará nuevas medidas no convencionales para luchar contra la baja inflación. Entre las medidas que se barajan se encuentra fijar una tasa negativa de depósito bancario para fomentar la circulación del dinero.
Por Jörn Bender