Buenos Aires/Asunción, 3 nov (dpa) – La Conmebol rechazó hoy el reclamo de Gremio de Brasil y confirmó a River Plate de Argentina en la histórica final con Boca Juniors de la Copa Libertadores de fútbol, pero sancionó al técnico Marcelo Gallardo con cuatro partidos de suspensión y una multa de 50.000 dólares.
La sanción resultó más leve de la estimada a lo largo de estos días de tensa espera, en los que se especulaba con seis o más meses de suspensión para Gallardo mientras la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) evitaba confirmar a River en la final.
El presidente de Gremio, Romildo Bolzan, ya anticipó que evalúa apelar el fallo y expresó fuertes críticas a la entidad.
Luego de extensas sesiones de debate, la Unidad Disciplinaria de la Conmebol confirmó la victoria de River sobre Gremio por 2-1 en el desquite de las semifinales en Porto Alegre, tras haber perdido 1-0 en la ida en Buenos Aires, y su clasificación a una inédita final de la Libertadores con su histórico «archirrival» Boca.
Gremio había reclamado formalmente ante la Conmebol que le otorgara los puntos del partido porque Gallardo violó el martes la suspensión de un partido que pesaba sobre él por haber ingresado tarde al segundo tiempo de la primera semifinal jugada en Buenos Aires.
Pese a la sanción, que le impedía tomar contacto con sus futbolistas, Gallardo habló desde la tribuna con su cuerpo técnico a través de un intercomunicador y decidió bajar en el entretiempo al vestuario. En ese momento, River perdía 1-0 en Porto Alegre y quedaba afuera de la Libertadores, pero en el complemento el equipo argentino dio vuelta la serie en una remontada heroica y eliminó a Gremio, el defensor del título.
Según el club brasileño, la actitud de Gallardo tuvo incidencia directa en el resultado deportivo, pero finalmente la entidad rectora del fútbol sudamericano desestimó hoy su protesta y ratificó la clasificación «millonaria» a la final.
No obstante, Conmebol sancionó al «Muñeco» Gallardo con la prohibición de ingresar al estadio en el partido de ida de la final, que se disputará el 10 de noviembre en «La Bombonera». Luego de esa sanción, deberá cumplir con otros tres partidos de suspensión bajo la órbita de la confederación sudamericana, pero podrá ingresar a los estadios. De esta manera, Gallardo podrá estar en el «Monumental» en el partido decisivo del 24 de noviembre. River evalúa en tanto apelar el fallo para que el técnico pueda estar presente en el partido de ida.
De ganar la final, podrá dirigir a River en el Mundial de Clubes porque es un certamen organizado por la FIFA.
Por otra parte, le impuso una multa de 50.000 dólares al técnico, que le será descontada al club de sus derechos televisivos, y le advirtió que «de reiterarse un incidente de cualquier desacato, irrespeto a los oficiales o cualquier otra infracción, será considerado como situación agravante».
Gremio dispone de siete días para apelar la resolución de Conmebol. «Siento una enorme decepción por el fallo, por no decir sospechas. La Conmebol se achicó. Está cediendo y siendo connivente, absolutamente condescendiente con un comportamiento contra su autoridad y su propia dignidad», cuestionó el presidente del club brasileño.
«Esta decisión desmoraliza y desacredita por entero al fútbol sudamericano», advirtió.
Gallardo pidió el viernes públicamente disculpas a la Conmebol, al afirmar que no tuvo una actitud «desafiante»: «Cuando uno actúa impulsivamente, a veces pierde la razón».
Y cuando ya se especulaba con su suspensión, el entrenador expresó su confianza en el cuerpo técnico y los jugadores de River para los dos partidos decisivos del «superclásico» más importante de la historia, más allá de que él no pueda estar en el banquillo de suplentes.
El «Muñeco», que ya ganó como técnico de River en 2015 la Copa
Libertadores y va por su segundo título subcontinental, pidió hoy tranquilidad para concentrarse en la final.
«Mi cabeza estará enfocada en el trabajo, que es donde tengo que basar mis energías junto con el cuerpo técnico y jugadores. Estamos viviendo una situación incómoda. Tengo que estar tranquilo antes de la definición», declaró hoy, tras la derrota 1-0 ante Estudiantes por la undécima fecha de la Superliga argentina de primera división.
La final de la Copa Libertadores quedó envuelta estos días en varias polémicas, más allá del tema de la sanción a Gallardo.
La Conmebol reprogramó de forma unilateral las fechas de la final para que no coincidan con la cumbre de líderes del G20 que se organizará el 30 de noviembre y el 1 de diciembre en Buenos Aires. Dispuso que se jueguen dos sábados, a las 16:00 horas (19:00 GMT), lo que generó protestas de River, Boca y la Superliga argentina.
También se armó un intenso debate sobre si los partidos de la final contarán con público visitante, como propuso el presidente argentino Mauricio Macri pese a que está prohibido desde 2013 para frenar la ola de violencia en los espectáculos deportivos.
Tras la iniciativa presidencial, las autoridades nacionales y de Buenos Aires se comprometieron a garantizar la seguridad en la Copa Libertadores, pero los clubes se expresaron en contra permitir el ingreso de hinchas visitantes. Y como condimento, se sumó el reclamo para que la final se difunda por la televisión estatal abierta y no por el sistema de cable pago.
Por Cecilia Caminos (dpa)