STUTTGART (dpa) – Manejar un coche con gestos y con los ojos. Parece una escena de una película de ciencia ficción, pero el futuro ya está aquí, cerca de poder ser producido en serie con la única incógnita de saber para qué funciones se usa.
Desde fuera, el movimiento del brazo y de la mano hacen pensar en que el conductor pudiera estar enfadado, pero simplemente está dentro de un coche que reconoce los gestos y los interpreta como órdenes para activar funciones.
La tecnología podría estar pronto en la calle, ya que empresas como Continental, Bosch, Valeo y Google ya están trabajando en el manejo por gestos. Los primeros sistemas podrían estar listos en tres años, según los pronósticos.
«El sistema por gestos es una interacción sencilla y natural», dice Guido Meier-Arendt, experto en ergonomía de la firma de componentes Continental.
A este respecto son especialmente importantes las cámaras interiores que observan al piloto. Con su ayuda se puede reconocer si mira concentrado a la carretera. «Cuando estén integradas a bordo, aportarán más comodidad en el vehículo con diferentes funciones», opina Meier-Arendt.
«Con los gestos se pueden activar funciones con más precisión y velocidad que con los conceptos tradicionales», explica Joachim Siedler, portavoz de Bosch. Con un simple movimiento de mano, por ejemplo, se podrá elegir una canción o un número de teléfono. Más adelante se podrán activar funciones más complejas como el zoom de un mapa de navegación. Lo importante es que el sistema no distraiga.
Google, que últimamente trabaja en la investigación en el sector del automóvil, ideó un sistema de gestión según el cual un simple movimiento de la mano regula la ventilación. El mismo movimiento, pero de izquierda a derecha en lugar de arriba a abajo, regula la temperatura. Un ligero toque en el altavoz hace que se baje el volumen.
Por bien que suene, podría tratarse finalmente de un juego que nunca llegue a usarse en un coche. «Los usuarios nunca aceptarán tener que aprender determinados gestos. Deben ser intuitivos», afirma Meier-Arendt, de Continental. Al final, serán los fabricantes de automóviles los que decidan qué llega al vehículo.
La firma más avanzada en cuanto al manejo por gestos es Valeo. La compañía francesa de componentes presentó hace poco un sistema con el que se pueden regular las funciones con los ojos. Una mirada a un determinado punto basta por ejemplo para cambiar de emisora.
Desde el punto de vista tecnológico, estos conceptos son avanzados, pero soluciones más tradicionales no desaparecerán, ya que por ejemplo resulta más rápido seleccionar el destino en el navegador por la voz o con un toque en una pantalla. Además, desde el punto de vista de la seguridad los nuevos sistemas de gestos parecen menos confiables a la hora de activar una función tan relevante como el intermitente, según Guido Meier-Arendt.
A todo ello hay que añadir que debe asegurarse de que un movimiento del brazo equivocado no pueda afectar a la conducción.
Los expertos no creen que se pueda manejar un coche en el futuro únicamente por señas y movimientos de ojos, pese a que el año pasado Toyota mostró con el prototipo FV2 que se puede dirigir un vehículo con el movimiento del cuerpo. La gesticulación, sin embargo, no parece adecuada para un proceso de dirección continuo, rápido y seguro, especialmente en el caso de funciones primarias como el pilotaje, el frenado o la aceleración.
Más realista parece el llamado reconocimiento de intenciones, según el cual se reconoce el deseo del piloto según la situación. La cámara interior escanea su comportamiento y una computadora calcula lo que el piloto hará con un gran porcentaje de probabilidad. De ese modo, el sistema podría activar los frenos o los intermitentes.
Ya hoy en día, sistemas de reconocimiento de fatiga basados en cámaras observan el estado del piloto. Los sistemas futuros deberán juzgar mejor si el conductor está sobreexigido o no. En caso necesario, lo entretendrán con música o con voz.
Por Fabian Hoberg