Santander, 16 ene (EFE).- La Audiencia de Cantabria ha confirmado la indemnización de 27.937,88 euros impuesta por un juez a una mujer ciega, ya que su perro-guía tiró a una señora en una calle de Santander y la condenada, como responsable del animal, tiene que hacer frente a las secuelas y las lesiones que sufrió la víctima.
El Juzgado de Primera Instancia número 4 de Santander señaló en su resolución, en la que cita diversa jurisprudencia, que la responsabilidad del animal recae en quien se sirve de él y no necesariamente en su propietario, que en este caso era la Organización Nacional de Ciegos.
Sin embargo, el Juzgado precisa que no hay negligencia ni culpa por parte de la mujer ciega, cuya única responsabilidad «deriva del hecho objetivo de que es la que utiliza el citado animal en su provecho».
El titular de este Juzgado, Justo Manuel García Barros, no contempló por ser «una mera opinión» la prueba documental presentada por la demandada, que indicaba que los perros-guía no causan problema alguno y están preparados para no chocarse con las personas.
El juez señaló que los testigos de los hechos corroboraron que el animal tuvo que sortear un quiosco y periódicos, para poder pasar por una acera de Santander, y al salirse de su camino se cruzó con la señora, que se cayó y se rompió la cadera.
La Audiencia, en la sentencia que confirma la del juez pero que puede ser recurrida, añade que los dos testigos de los hechos manifestaron que «la caída de la señora se debió a que el perro guía se cruzó de manera imprevista en su trayectoria».
«Nadie ha testificado sobre un comportamiento distraído o inadecuado de la víctima, por lo que en definitiva, tan solo el comportamiento del animal se revela causa del accidente», concluye la Audiencia, que impone las costas del recurso a quien lo presentó, la mujer ciega.
La condenada deberá indemnizar al heredero de la víctima, que se personó en la causa después del fallecimiento de la mujer en medio del proceso judicial.