Con Senna en el recuerdo, Vettel advierte : «Siempre puede pasar algo»

vette(dpa) – La Fórmula 1 ha mejorado mucho la seguridad en los 20 años que han pasado desde la muerte del brasileño Ayrton Senna, pero el peligro aún presente no puede subestimarse, advirtió el tetracampeón mundial Sebastian Vettel.

«La Fórmula 1 es hoy más segura, pero todavía no es segura porque aún pueden pasar muchas cosas», dijo a dpa el piloto alemán de Red Bull.

Pese a todas las medidas adoptadas desde los accidentes mortales de Roland Ratzenberger y Senna el 30 de abril y el 1 de mayo de 1994 en Imola, «uno no puede sentirse nunca seguro», advirtió el actual campeón. «Siempre existirá la posibilidad de que ocurra algo con graves consecuencias», dijo el piloto de 26 años.

El ídolo brasileño es hasta hoy la última víctima mortal durante un Gran Premio. El negro fin de semana de Imola inyectó a la Fórmula 1 el triste impulso de reflexionar sobre la seguridad en la competición.

«Esto es un proceso permanente, naturalmente existe aún mucho riesgo», dijo el actual líder del Mundial, el alemán Nico Rosberg. El piloto de Mercedes subrayó que la seguridad en la Fórmula 1 «se aumentó de forma extraordinaria a lo largo de los años».

«Lamentablemente siempre se precisó de un accidente. Siempre serán los sucesos negativos de los que se aprenda más», opinó Vettel.

Los resultados del proceso de aprendizaje fueron de muy diversa índole. Desde hace años un respaldo relleno de espuma de plástico protege la cabeza y nuca de los pilotos. Se especula que Ratzenberger habría podido superar con vida su accdente en Imola de haber contado ya con el denominado sistema HANS.

Las medidas de seguridad no cesan: tests de choque cada vez más duros, cockpits más grandes con asientos desmontables, neumáticos más ajustados, mejores cascos, más zona de proteccion y disposiciones más rigurosas en los circuitos son el resultado de los esfuerzos de pilotos responsables como Michael Schumacher y de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) para limitar los peligros de la alta velocidad.

Después de la muerte de Senna, el presidente de la FIA de aquel entonces, Max Mosley, luchó por más seguridad en el deporte del motor y fundó para ello un instituto propio. Bajo la dirección del médico de la Fórmula 1 Sid Watkins, entretanto fallecido, los esfuerzos se concentraron en la investigación del accidente y el desarrollo de contramedidas. «Es increíble el avance que hubo en ese sentido», dijo en una entrevista con dpa la hermana de Senna, Viviane.

También el sindicato de pilotos GPDA, fundado de nuevo tras los sucesos de Imola, sigue luchando por mayor seguridad. «Es un gran tema» todos los viernes antes de las carreras en las reuniones de GPDA, advierte Rosberg. «Allí se debate mucho».

El éxito de la iniciativa se demostró por ejemplo el 10 de junio de 2007 en el Gran Premio de Canadá, cuando el BMW de Robert Kubica quedó prácticamente destruido por completo en un espectacular accidente. Sin embargo, el piloto polaco salió del percance con una conmoción cerebral y un tobillo dislocado.

Dos años más tarde, la Fórmula 1 vivió una vez más lo incalculable que es el deporte del motor pese a todas las medidas de seguridad. El piloto de Ferrari Felipe Massa fue alcanzado en la cabeza por una pieza de metal desprendida del coche de su compatriota Rubens Barrichello, que marchaba delante de él, sufriendo graves heridas en el ojo.

«Siempre existirá la posibilidad de que ocurra algo extraño con graves consecuencias», previno Vettel.

La lucha para lograr aún más seguridad sigue siendo una tarea fundamental para la Fórmula 1, incluso 20 años después de la muerte de Ayrton Senna.

Por Christian Hollmann