BERLÍN (dpa) – Para muchos conductores es el momento de mayor alivio y máxima felicidad: a un lado de la calle aparece el deseado hueco para aparcar. La falta de espacio en el centro de las ciudades puede tener una solución si se comparten los aparcamientos que temporalmente no se usan mientras uno está de vacaciones o trabajando.
Algunas compañías en Alemania han descubierto un gran negocio con los espacios de estacionamiento no utilizados. Es el caso de “Start-up Parkinglist”, que opera en Internet desde junio, “Parkplace.de” o “Unserparkplatz.de”(nuestro aparcamiento). Todas funcionan de forma similar: contra el pago de una comisión ofrecen aparcamiento vacíos.
En Parkinglist, los usuarios puede ver en un mapa los espacios libres. A través de la página web o de la App gratuita se pueden reservar y pagar, y en contrapartida recibe una garantía de aparcamiento. El precio lo determinan los dueños de la plaza.
«Nosotros recomendamos, sin embargo, competir en precio con las plazas vecinas», dice Fouad Banit, uno de los fundadores de Parkinglist. Pero eso es mera teoría, ya que las plataformas llevan poco tiempo funcionando y la oferta aún es reducida.
Compartir la plaza puede merecer la pena sobre todo para los que buscan un hueco desesperadamente, según una encuestra de Apcoa Parking, empresa explotadora de aparcamientos: la búsqueda de sitio dura un promedio de diez minutos en los que se recorren 4,5 kilómetros y se gastan 1,35 euros (1,82 dólares).
Si un conductor pudiera aparcar sin tener que dar vueltas, se ganaría mucho tiempo y también el mediocambiente lo agradecería, ya que según la encuesta anterior, cada búsqueda de aparcamiento produce unas emisiones de 1,3 kilos de CO2.
Aunque las plataformas para compartir aparcamiento no dan cifras concretas, creen que tienen un efecto verde positivo: Parkinglist habla de una «contribución a proteger el medio ambiente y el bolsillo» porque el uso más eficiente de los aparcamientos reduce el tráfico.
Como no hay aún muchas personas privadas que compartan aparcamiento, se ofertan con mayor frecuencia puestos en espacios público, como en los aeropuertos. «Estamos aún en la fase de adquisición de clientes», dice Fouad Banit.
El club del automóvil ADAC, el más grande de Europa, da una muestra del potencial que puede tener la nueva tendencia a compartir aparcamiento, ya que asegura que en los centros urbanos, en hora punta, el 40 por ciento del tráfico lo generan los coches que buscan estacionar.
No hay ningún problema legal para que alguien que posee una plaza de parking la ofrezca en Internet. Si sólo la alquila, lo debe aclarar antes con el propietario.
Un problema práctico puede ser el acceso a garajes con acceso restringido que requieren llaves o tarjetas para entrar. «Para nosotros resulta muy complicado intercambiar una llave por un día», dice Denise Schuster, directora de Unserparkplatz, que evita este tipo de aparcamientos.
Parkinglist, sin embargo, sí quiere disponer en el futuro de estas plazas a través del smartphone. «Ya existe la tecnología», dice Fouad Banit en referencia a que el teléfono y las barreras del parking debn estar equipados con la tecnología de radio NFC (Near Field Communication) o con chips RFID (Identificación por Radiofrecuencia).
Independientemente de esto, el sitio para aparcar inutilizado en el centro de las ciudades es grande. Se estima que en núcleos a partir de medio millón de habitantes hay 100.000 aparcamientos privados inutilizados. «Nosotros aspiramos a un diez o 15 por ciento de ellos», afirma Schuster.
Si esos 10.000 o 15.000 estuvieran a disposición y se usaran más eficientemente, no se solucionaría el problema de aparcamiento en las superpobladas ciudades, pero sería un buen inicio, afirma Schuster. Se verá si el concepto se impone.
Por Stefan Weissenborn