La adolescencia es una etapa asociada comúnmente a la rebeldía e irreverencia, lo cual es cierto en muchos casos. Actualmente, Internet ha surgido como un espacio para los jóvenes donde expresarse libremente y donde se sienten más cómodos al momento de interactuar o entablar nuevas amistades. En ese sentido, las redes sociales son el pilar fundamental de comunicación digital entre las personas y los más jóvenes no son la excepción, por ello, se debe tener cierto grado de responsabilidad al momento de hacer uso de ellas, sin dejar de lado la libertad a la que tienen derecho y la irreverencia natural de esta etapa de sus vidas.
Por su parte, la educación digital es un factor que juega un papel importante, si bien los jóvenes son educados para codearse en la sociedad, ahora deben ser educados para ser parte de un entorno virtual tan complejo como el de la vida real. Entonces, la premisa de un uso responsable siempre debe ser la expresión de los valores en el entorno digital, dentro de ellos destacan el respeto, la tolerancia y solidaridad. Para ello, deben entender que no deben atacar a nadie por su forma de pensar o sus ideas respecto a un tema puntual, de esta forma, se generará un ambiente sano y de retroalimentación que fomenta el aprendizaje y el intercambio de pensamientos.
Asimismo, los adolescentes dentro de las redes sociales deben tener un criterio responsable sobre lo que publican, para comenzar, es fundamental que sean conscientes que sus publicaciones son de dominio público y no pueden ser borrar definitivamente, así que, tener cuidado con compartir información personal es lo primordial. Además, evitar usar datos muy personales que pongan en riesgo su seguridad es importante. Al mismo tiempo, lo ideal es no interactuar con desconocidos, ya que, las redes sociales son el objetivo perfecto para delincuentes que buscan víctimas ingenuas, en todo caso, la interacción debe limitarse a personas que realmente conozcan y formen parte de su círculo de amigos cercanos o de sus familiares.
Además, los adolescentes deben entender que están en proceso de lograr la independencia, pero aún están bajo la supervisión de sus padres, por ello, resulta idóneo que mantengan contacto virtual con sus padres o le permitan visitar su perfil para monitorear sus actividades en las redes a fin de proteger su seguridad, siempre con el respeto que merecen porque la confianza se ve fomentada a través del respeto. También, mantenerse alerta sobre cualquier amenaza es muy importante, cualquier actitud sospechosa debe ser inmediatamente reportada e informada a su círculo de amigos para que estén al tanto de cualquier posible riesgo. En todo caso, con el pasar del tiempo y la experiencia conseguida en los entornos digitales se va haciendo más sencillo adquirir un sentido de responsabilidad referente a su uso.
En definitiva, los más jóvenes también tienen derecho a ser parte de las nuevas formas de comunicación, es decir, de las redes sociales; siempre que cuenten con la responsabilidad y el criterio necesario para afrontar esta evolución de la interacción social.