(dpa) – La pasta de curry perfecciona la cocina asiática y otorga a los alimentos la dosis justa de picante. Y no siempre tiene que ser adquirida en una tienda, sino que también puede prepararse en casa. La elección del ají será la que determinará entonces el grado de picante y el aroma.
Los ingredientes para este clásico de la cocina tailandesa también pueden encontrarse sin mayor esfuerzo en el supermercado. Según afirma el Centro Federal de Nutrición de Alemania (BZfE), para esta receta se requieren ajíes, comino o cilantro, chalotas, ajo, cedrón y jengibre.
Ligeramente tostada y machacada con un mortero, se forma una crema espesa que puede conservarse durante aproximadamente una semana, según las estimaciones del BZfE.
Quien se atreva a sentir cosquillas en su paladar, debe utilizar ajíes verdes tailandeses. Junto con las chalotas, el ajo, la albahaca y el jengibre tailandés, se produce una fuerte pasta de curry verde (Kaeng Khiao Wan).
En tanto, algo más suave es la pasta de curry rojo (Kaeng Phet), que se elabora en consecuencia con chiles rojos y suele contener cilantro y cedrón.
Por su parte, la pasta de curry amarilla (Kaeng Kari) es ideal para todos aquellos que son sensibles a lo picante, pero que de todas maneras no quieren desistir de la comida asiática.
El típico sabor se obtiene a través de los chiles rojos secos y la cúrcuma, que le dan color a la pasta, así como la canela, el clavo y la nuez moscada.