China evoca el mito de Mao en el 120 aniversario de su nacimiento

china1Pekín, 24 dic (dpa) – Mao Zedong sumió a China en el caos en ciertos períodos de la historia, pero su mito sigue inquebantable en ese país. De hecho, el actual jefe de Estado Xi Jinging aplica los métodos de Mao.

El jueves 26 de diciembre, en el 120 aniversario del nacimiento de Mao, el partido Comunista tiene previsto rendirle homenajes.

En noviembre, durante una visita a la provincia de Hunan, en el centro de China, donde nació Mao, Xi sonreía, daba la mano y acariciaba la cabeza de los niños.

Allí se están llevando a cabo los preparativos para las celebraciones. El festejo debe ser «grandioso, simple y pragmático», según las instrucciones que dio Xi el mes pasado, citadas por la televisión estatal.

Para Xi Jinping, el «Gran Timonel» tiene una importancia decisiva, destacó el profesor de política Wu Qiang de la Universidad de Tsinghua.

«Él basa su legitimitad y su poder político en Mao», explicó Wu a la agencia dpa en Pekín. Por este motivo, Xi comenzó ya hace un año a señalar la importancia del aniversario del natalicio de Mao.

Además, el presidente llama a sus camaradas a la «crítica y autocrítica» en el estilo de la Revolución Cultural e invoca una y otra vez términos como «lucha ideológica».

«Todavía hoy, Mao goza entre determinados grupos de una muy buena reputación», dijo Wu. Con las celebraciones, Xi espera ganarse el respaldo de estos grupos.

Luego de que el ex líder político Bo Xilai fuera condenado por corrupción y abuso de poder, la izquierda en China perdió a un dirigente carismático. Xi podría cubrir ahora ese lugar.

Para las celebraciones del 26 de diciembre, la ciudad natal de Mao, Shaoshan, tiene planes de dimensiones gigantescas, para lo cual el gobierno comunal de Xiangtan destinó unos 15.500 millones de yuan (unos 2.000 millones de euros/1.600 millones de dólares).

Con estos fondos se deberán poner en valor sitios conmemorativos existentes. En total están previstos 16 proyectos, entre ellos también la construcción de una nueva carretera y una escuela.

«El 120 cumpleaños del compañero Mao Zedong es la tarea política más importante», que deja en segundo plano todo lo demás, anunció el portal online estatal de la comunidad.

Hasta hoy, los comunistas chinos se apoyan en el líder revolucionario Mao, aún cuando sus campañas sumieron luego al país en el caos. «Un 70 por ciento bien, un 30 por ciento mal», fue el fallo pragmático en 1980 de su sucesor Deng Xiaoping.

Asimismo, el partido se negó hasta ahora a una «desmaoización».

Y en el futuro cercano tampoco cambiará nada al respecto, según la opinión del profesor de política de Pekín Zhang Ming.

Sin embargo, no es que Xi apoye los planteamientos de Mao. Si bien el jefe de Estado chino recurre una y otra vez a los lemas de la Revolución Cultural, el profesor Zhang sostiene que Xi no es un maoista convencido.

«Esas cosas están por debajo de su CI (cociente intelectual), pero él las usa de todos modos. Creo que para él es una necesidad política, para demostrar que no traiciona la historia del partido», añadió.

Sin embargo, Xi Jinping tendría motivos para tener una posición crítica frente a Mao. Su padre cayó en desgracia durante esos años y toda su familia tuvo que sufrir por ello.

«Él mismo es una víctima de Mao», dijo Wu Qiang. Justo por eso Xi no puede suprimir totalmente una reflexión crítica de Mao.

Pero a diferencia de Zhang Ming, el profesor de política Wu considera al líder Xi un seguidor profundamente convencido del antiguo dirigente: «No hay dudas de que venera mucho a Mao».

Por Stephan Scheuer