Categoría: Entrevistas

  • El pantalón de jogging: ¿Llegó para quedarse?

    El pantalón de jogging: ¿Llegó para quedarse?

    (dpa) – El 21 de enero se celebró nuevamente el Día Internacional del Pantalón de Jogging, una fecha que siempre se prestó a las burlas, al igual que quien se aparecía en la oficina en un atuendo de este tipo. Sin embargo, la «moda de pandemia» parece haber reivindicado a quienes tenían esta prenda en alta estima.

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    El código de vestimenta para el teletrabajo incluye el pantalón de jogging. Foto: Zacharie Scheurer/dpa

    ¿Pero cuánto puede durar esa comodidad como tendencia de la moda si muy pronto, permitiéndonos ser optimistas, se aproxima el fin de la pandemia? Para el asesor de modas Andreas Rose, de la ciudad alemana de Fráncfort, en entrevista con dpa, la respuesta es: ni mucho, ni tanto.

    Pregunta: Si nos centramos primero en el presente, cabe preguntar ¿por qué hacen tanto furor el pantalón de jogging y el look deportivo y relajado?

    Andreas Rose: El pantalón de jogging se impuso en 2020, durante la pandemia. Llevar una prenda amplia resulta muy cómodo, por supuesto, sobre todo cuando uno está en casa y además trabajando desde casa. Una hipótesis podría ser que a la gente le gusta vestir el deporte, literalmente, cuanto menos actividad física hace en la vida real.

    Pregunta: ¿Qué destino tendrá el pantalón de jogging cuando se acabe la fase de estar sentados en casa? ¿Podrá sobrevivir el fin de la pandemia como prenda de moda?

    Rose: Después de vivir tanto tiempo en el encierro, mucha gente está ansiosa de lucirse, de vestir prendas más elegantes. Y ahí es cuando aparece la tendencia del «athflow», que consiste en darle un giro de elegancia a las prendas del tiempo libre o deportivas, combinar lo informal con algo de más nivel para ir a la oficina o hacer una salida por la noche. Eso lleva a que el athflow siga siendo muy cómodo pero al mismo tiempo superelegante, una especie de pariente glamuroso de la athleisure.

    «Flow», en inglés, significa fluir, y eso es exactamente lo que hace esta moda, confluye en el cuerpo con colores cálidos y materiales suaves, combinando por ejemplo un jersey XXXL de textura mullida con un pantalón muy amplio y botas abrigadas, o un blazer con un mono y botas.

    Estoy seguro de que es una tendencia que se verá durante bastante tiempo. Y por una razón obvia: antes muchos iban a trabajar en traje, camisa y corbata o en un traje sastre y blusa, pero eso ya no volverá a verse de la misma manera. Creo más bien que la antigua moda del «casual friday» (atuendo informal los viernes) se extenderá a toda la semana, y eso requerirá de la moda diseños que apunten a una nueva comodidad.

    Pregunta: Una consulta que incumbe a todos los que temen tener que prescindir de su amado pantalón del momento: ¿es el jogging parte de la tendencia «athflow»?

    Rose: Creo que el pantalón de jogging seguirá viéndose bastante, siendo que son muchas las personas a las que les gusta vestirlo. De todos modos, mucha gente ve la situación a la inversa, quiere volver a lucir un vestido hermoso, una camisa que tenga cierta elegancia, y ya no tiene ganas de estar viendo esa vestimenta pseudodeportiva.

    Igualmente, el pantalón de jogging puede combinarse con algún detalle o prenda distinguida que produzca un contraste interesante. Por ejemplo, con una chaqueta de cuero de estilo rockero y botas, o armando un look descontracturado, tipo hip hop, con una cazadora bomber y calzado deportivo de color metálico. El pantalón de jogging ya se impuso hace tiempo como una gran prenda de la moda y hoy en día puede llevarse prácticamente como un pantalón normal de traje.

    De todos modos, si uno quiere vestir un pantalón cómodo, el jogging no es la única opción. Puede ser también un pantalón estilo Marlene, de una textura suave como el jersey, o uno de los que se conoce como «Colette», que es un pantalón amplio, de largo tres cuartos. Otra opción son los llamados «track pants», con la franja de líneas obligatoria al costado y el cordón en la cintura. A diferencia de los pantalones de jogging clásicos, estos «pants» están hechos de telas livianas y más finas.

  • Entrevista con Dieter Lauffs: Tractores antiguos

    Entrevista con Dieter Lauffs: Tractores antiguos

    (dpa) – Los vehículos de época no solo son coches o motocicletas. Los tractores agrícolas antiguos despiertan el instinto de los coleccionistas y también fascinan, solo que manejarlos representa un desafío especial.

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    Conducir un tractor antiguo a una velocidad «rápida» de 20 km/h permite atravesar el paisaje sin perderlo de vista. Foto: Zacharie Scheurer/dpa

    A diferencia de muchos coches deportivos antiguos o motos históricas, permanecen en el campo de visión durante mucho más tiempo ya que, después de todo, son cualquier cosa menos rápidos.

    Pero los tractores antiguos tienen un enorme valor de exposición y muchos amigos. El experto en tractores Dieter Lauffs, de la certificadora alemana Tüv Rheinland, describe cómo se conducen.

    dpa: Quienes conducen tractores se sientan a una altura mucho mayor que el nivel normal en un coche o un SUV. ¿Cómo se llega hasta allí arriba?

    Dieter Lauffs: En la mayoría de los casos, se sube por detrás. Después de saltar sobre las palancas, los pedales y la caja de cambios situada bajo el asiento del conductor, se puede tomar asiento. El conductor domina desde lo alto de la carretera, a menudo sentado completamente libre en una bandeja de chapa que algunos ni siquiera reconocen como asiento. Delante suyo ve un capó estrecho, a cuya izquierda y derecha están las ruedas delanteras más o menos libres.

    dpa: ¿Y una vez que se llega arriba, ya se está listo para partir?

    Lauffs: Tras conectar el encendido, en muchos casos se debe esperar el precalentamiento antes de poder pulsar el botón de arranque. A continuación, el diésel cobra vida con potentes vibraciones. El automovilista acostumbrado a la transmisión automática descubre un pedal de embrague bastante lento… y normalmente un doble pedal de freno.

    dpa: ¿Al ser doble frena mejor?

    Lauffs: En los tractores antiguos, el freno solo funciona en las enormes ruedas traseras; las ruedas delanteras, en general mucho más pequeñas, no tienen freno. Los dos pedales de freno, que se pueden accionar de forma independiente, permiten frenar específicamente una rueda para apoyar la dirección. Esto ayuda, por ejemplo, a salir mejor de un surco en tierras de cultivo con las ruedas delanteras. También se puede simular un bloqueo del diferencial frenando una de las ruedas traseras motrices. Por ejemplo, si una rueda motriz comienza a girar en un suelo pesado y blando, a pesar de tener neumáticos especiales para tractor, y ya no puede proporcionar la propulsión necesaria. Al accionar el freno de esta rueda, se desvía la fuerza de propulsión a la otra rueda motriz, que sigue teniendo suficiente agarre.

    dpa: Suena complicado para un novato

    Lauffs: Sí, tal vez, pero para viajar por carretera es esencial que los pedales estén acoplados mecánicamente para evitar que el vehículo se escape durante una frenada de emergencia. Hay bastante que hacer, porque no solo los pedales son difíciles de pisar, por supuesto. Cuando se construyeron los tractores históricos, la transmisión automática no era la única palabra nueva. Ni siquiera la dirección asistida ni los frenos asistidos -cosas en las que hoy ni siquiera pensamos- se encontraban todavía en estos vehículos.

    dpa: Pero, ¿se puede finalmente partir?

    Lauffs: Casi, todavía hay dos palancas de cambio. Además de los cuatro pasos de marcha habituales, también hay que seleccionar el grupo de transmisión entre el grupo de velocidad lenta para uso en el campo o el grupo de velocidad rápida para alta velocidad. Esto último sería quizás 20 km/h, dependiendo del modelo de tractor. Una vez superado este obstáculo, se puede comenzar el viaje, sin suspensión y con neumáticos gruesos, con una corta distancia entre ejes y una dirección extremadamente indirecta.

    dpa: ¿Una tortura? ¿O es divertido conducir estos vehículos?

    Lauffs: Con el tractor se rueda a 20 km/h entre coches mucho más rápidos. Aquí, la conducción sigue siendo toda una experiencia, el ser humano vence a la máquina en un vínculo uno a uno con la mecánica. Libre sobre el asiento, el tractorista oye, ve y siente directamente su entorno. Para muchas personas, esta experiencia directa del entorno y la confrontación con la tecnología más bien clara es lo que hace que estas históricas máquinas agrícolas sean tan atractivas.

    dpa: Toda diversión tiene un final. ¿Qué tan bien pueden frenar los tractores?

    Lauffs: Como solo frenan las ruedas traseras, las prestaciones de frenado no son comparables a las de los vehículos modernos. Sin embargo, a las bajas velocidades en que circulan estos vehículos, esto no es realmente trágico.

    Dieter Lauffs es desde hace 30 años ingeniero de prueba y experto del Tüv Rheinland. Durante muchos años ha realizado muchas inspecciones a tractores.

    Por Peter Löschinger (dpa)

  • Entrevista con Nora Grasselli: Consejos para reuniones virtuales

    Entrevista con Nora Grasselli: Consejos para reuniones virtuales

    (dpa) – Si ya es difícil mantener el interés de los participantes en una reunión presencial, más lo es hacerlo en una virtual. Desde la pandemia de coronavirus, estos tediosos encuentros se han convertido en parte del trabajo diario de casi todos los profesionales. ¿Cómo hacerlos más efectivos y entretenidos?

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    Para que una reunión de trabajo virtual mantenga despierto el interés de los participantes es importante planificar también actividades para el público. Foto: Christin Klose/dpa

    Nora Grasselli, directora de programas y experta en formación de ejecutivos de la ESMT, una universidad privada alemana de Administración y Tecnología con sede en Berlín, explica en una entrevista por qué es tan difícil ser convincente delante de la cámara y qué se puede hacer para aumentar el interés y la interacción en el mundo híbrido del trabajo.

    dpa: Señora Grasselli, ¿por qué es más difícil ser persuasivo en las reuniones virtuales?

    Nora Grasselli: En una reunión virtual no disponemos de todos los canales de comunicación. El contacto visual, por ejemplo, falta. De hecho, (en la vida real) nos comunicamos mucho a través de la mirada, y con ella expresamos acuerdo o desacuerdo, o bien podemos pedir a alguien que hable o que se calle. En el espacio virtual, todo esto lo expresamos mirando directamente a la cámara. A la mayoría de nosotros no nos resulta nada fácil.

    Nuestra voz y la gama de tonos también están disponibles solo hasta cierto punto. La tecnología no puede transmitir el paquete de datos completo, y, a menudo, nuestras voces tienen un sonido bastante metálico.

    Tampoco compartimos un mismo espacio. No podemos tocar a los colegas en el hombro, dar un codazo a alguien o levantarnos para anotar algo en el rotafolio. Además, en el espacio virtual no percibimos ninguna respuesta del público. No oímos a los compañeros susurrar entre ellos ni vemos a la gente inclinarse hacia delante porque están escuchando atentamente.

    dpa: Así que las condiciones básicas son difíciles. ¿Cómo se puede compensar eso?

    Grasselli: La preparación es la clave del éxito. Esto incluye, por ejemplo, ensayar presentaciones importantes delante de la cámara y también grabarse. Aunque la grabación dure uno o dos minutos y uno se vea absolutamente mal, se aprende mucho sobre el efecto que uno produce en la audiencia.

    Lo importante es: no tengo que planificar para mí, sino también para el público. ¿Qué hacen los participantes durante la reunión? Nuestra capacidad de atención es cada vez más corta. Presentar o explicar algo durante unos minutos está bien. Pero después tengo que activar al público. Por lo tanto, una reunión más larga debería seguir más o menos este patrón: estímulo, actividad, estímulo, actividad.

    La presentación será realmente convincente si el orador domina las herramientas y la técnica. Un «copiloto» puede ayudar a cumplir el calendario y apoyar todo el proceso.

    dpa: ¿Cómo se puede hacer participar a la audiencia?

    Grasselli: Se puede involucrar a la audiencia a diferentes niveles, y esto hay que aprovecharlo. A nivel individual, por ejemplo, se puede pedir a los participantes que se tomen un minuto y escriban en un papel ideas sobre un tema o una pregunta determinada.

    Si en una reunión en línea se quiere activar el trabajo en grupo, los programas de reuniones en línea ofrecen, por ejemplo, la función «Breakout Rooms», que son salas para grupos más pequeños. Esta opción anima a los participantes más tímidos a hacerse preguntas entre ellos.

    Otra alternativa es formar parejas y enviarlas al exterior para que «caminen y hablen» a través de sus teléfonos móviles. Al volver, presentarán sus ideas a los demás participantes de la reunión.

    dpa: ¿Hay que enfocar las reuniones regulares de forma diferente a una presentación inicial o una conferencia?

    Grasselli: En las reuniones periódicas también ayuda tener un procedimiento establecido. De este modo, la reunión requiere menos esfuerzo por parte de todos los participantes.

    Lo mejor es establecer una rutina. Por ejemplo, algo divertido: se puede empezar siempre con una comprobación del estado de ánimo en el equipo. Se pide a todos que sostengan un objeto rojo, amarillo o verde ante la cámara, dependiendo de si están de mal, mediocre o buen humor. Si todos empiezan a sostener objetos cada vez más absurdos hacia la cámara, la reunión del día ya comienza de manera distendida.

    Quien tome la palabra debería, por ejemplo, limitarse a un minuto de intervención o a un folio de presentación para que la reunión no se prolongue innecesariamente. De este modo, se consigue una rutina activa que parece repetitiva, pero que al mismo tiempo es divertida. Por supuesto, esta rutina deberá ser modificada a intervalos regulares.

    dpa: ¿Cómo se consigue que todo el mundo permanezca atento en la reunión?

    Grasselli: Para esto también es muy útil una agenda. Y cada punto del orden del día debe tener un código de tiempo para que todos los implicados sepan: ¿En qué punto estamos y dónde deberíamos estar?

    Además, es importante hacerse la pregunta: ¿Tiene que ser siempre una videoconferencia? Mi recomendación es comprobar si el canal de audio no es suficiente. El hecho de hablar sin vernos nos ayuda a relajarnos un poco. No tenemos que preocuparnos de si nos vemos bien o no. La información que tenemos que procesar se vuelve menos compleja. Y mantiene a todo el mundo atento porque tenemos que concentrarnos más en lo que escuchamos.

    Además, las personas recuerdan naturalmente mejor las historias que los datos. Por eso es bueno integrar algo de dramaturgia en una reunión. Por ejemplo, se puede intentar pensar en términos de «bueno» y «malo».

    dpa: En las reuniones en línea parece casi inevitable que los participantes estén haciendo otras cosas al mismo tiempo: chatear, contestar correos electrónicos. ¿Es necesario intervenir?

    Grasselli: Este fenómeno se llama «atención parcial continua». Como equipo, se pueden establecer reglas para evitar demasiadas acciones paralelas. Por ejemplo, diciendo: en las reuniones debemos estar atentos. Los directivos deben dar el ejemplo. Si están paralelamente contestando correos electrónicos, los demás imitarán su comportamiento.

    Por otro lado, no me parece tan mal que los participantes charlen entre sí durante la reunión. En cierto modo, la charla sustituye el contacto visual que se tendría en una reunión personal.

    Y, por supuesto, habrá menos distracción si se mantiene a los participantes ocupados. Especialmente en las reuniones más largas, también hay que planificar las pausas y anotarlas en el orden del día. Así, todo el mundo sabe cuándo tiene tiempo para responder a un correo electrónico importante.

    También está bien recordar a la gente que se está en una reunión. Se puede preguntar directamente: «¿Me estás escuchando? ¿Es necesario que estés haciendo otras cosas?» Es asimismo importante invitar a la reunión solo a las personas que realmente deben participar.

    Entrevista: Amelie Breitenhuber (dpa)