Categoría: Entrevistas

  • Entrevista con el otorrinolaringólogo Bernhard Junge-Hülsing

    Entrevista con el otorrinolaringólogo Bernhard Junge-Hülsing

    (dpa) – Ya sea para relajarse o para tapar algunos ruidos molestos, a veces puede ayudar escuchar un poco de música o algún podcast antes de dormir. En entrevista con dpa, el otorrinolaringólogo Bernhard Junge-Hülsing explica lo que opina al respecto y por qué no es una buena idea dormir siempre con tapones para los oídos. Incluso si tenemos al lado a alguien que ronca.

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    A veces resulta difícil dormirse. Entonces se apela a los auriculares con música. Foto: Franziska Gabbert/dpa

    dpa: ¿Es un problema dormirse con tapones para los oídos o con auriculares y que la música o un podcast esté sonando durante toda la noche junto al oído?

    Bernhard Junge-Hülsing: Muchas veces pasa lo siguiente: los jóvenes se duermen, se dan cuenta y se quitan los auriculares. Si alguna vez pasa que uno duerme toda la noche con ellos, no es un problema para el oído. En general, la música o los podcast con los que uno se duerme no tienen un volumen muy elevado. No hay diferencia con dormirse frente al televisor.

    El problema más bien es si uno viaja mucho tiempo al trabajo en autobús o tren y en ese momento escucha música o un podcast a un volumen más bien alto.

    dpa: Cuando la pareja ronca, muchas personas acostumbran a dormir regularmente con tapones para los oídos. ¿Habría que evitarlos?

    Junge-Hülsing: No es bueno dormir siempre con tapones para los oídos por varias razones. Cuando uno cada noche se coloca algo en el oído, presiona la cera del oído hacia el conducto auditivo. Este en realidad se limpia solo, pero esa función a veces se ve perturbada. Eso puede llevar a infecciones, algo que veo casi diariamente en mi consultorio.

    A ello se suma: si uno duerme constantemente con tapones para los oídos, tapa completamente sonidos nocturnos del entorno como el rumor de las hojas o la respiración de la pareja. Uno se vuelve cada vez más neurótico y pronto ya no podrá dormir sin tapones. Por eso, mi consejo es que si molestan los ronquidos de la pareja, deberían tratarse las causas que los generan, ya sea una apnea o el consumo de alcohol antes de acostarse. O sea, no simplemente taparlos, sino más bien trabajar para que mejore.

    dpa: O sea, ¿nada de tapones para los oídos en la cama?

    Junge-Hülsing: Si uno los usa excepcionalmente, está bien. Para ello incluso se pueden usar modelos muy sencillos, que hasta se dan como regalos promocionales.

    Otra cosa es si uno está expuesto al ruido en su trabajo y por eso necesita protección para los oídos. Esa protección debería estar adaptada al oído. Y los tapones que se usan regularmente deberían lavarse al menos una vez al día con agua común o incluso con agua destilada, para que se les pegue la menor cera posible.

    Bernhard Junge-Hülsing trabaja en Starnberg y es portavoz de prensa de la Asociación Alemana de Otorrinolaringólogos.

    Por Tom Nebe (dpa)

  • ¿Cómo calmar a un niño sobreexcitado a la hora de ir a dormir?

    ¿Cómo calmar a un niño sobreexcitado a la hora de ir a dormir?

    (dpa) – Completamente excitados por todo lo que hicieron en el jardín de infancia durante el día, algunos niños siguen tan activos de noche que parecen estar corriendo una carrera de Fórmula 1. Desde desparramar todo el juego de bloques por el piso hasta saltar sobre camas y sillones, algunos pequeños parecen estar más despiertos que nunca cuando llega la hora de ir a dormir.

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    Si un niño pequeño está sobreexcitado por la noche, requiere de un tiempo para calmarse antes de ir a dormir. Foto: Franziska Gabbert/dpa

    La pedagoga social alemana Dana Mundt, de la Conferencia Federal para el Asesoramiento Educativo, afirma que nada de esto le es ajeno, ya que muchos padres le piden consejo sobre este tema.

    Pregunta: ¿Cómo se hace para calmar a un niño de uno a dos años que no se tranquiliza a la hora de dormir?

    Dana Mundt: Lo más importante es evitar el exceso de fatiga en los niños. Un niño necesita tiempo para bajar el nivel de excitación. Por eso, cuando el pequeño da las primeras señales de cansancio hay que hacer con él algo que lo distienda y lo calme, o al menos ofrecérselo. De lo contrario puede pasar que caiga rendido de un segundo al otro, pero muy intranquilo.

    Pregunta: ¿Cómo reconozco las primeras señales de cansancio?

    Dana Mundt: Esto puede ser diferente en cada niño. Algunos bostezan como los adultos. Otros comienzan a quejarse, a frotarse los ojos. Algunos reaccionan a todo de forma acalorada o incluso con ira, a veces con agresividad. También son un síntoma típico los cambios de humor, que van desde la euforia hasta la tristeza de un momento a otro.

    Cuando se aprende a reconocer estas señales individuales mediante la observación hay que ver cómo acompañar a los chicos. Porque bajar la excitación y calmarse es también algo que debe ser aprendido. Para esto también son muy útiles los ejemplos que se les dan. Por ejemplo: ¿qué hacen los padres cuando están estresados y bajo presión para calmarse?

    Lo ideal es que los chicos puedan ver cómo lidian sus padres con ese tipo de momentos estresantes. Si ven que papá o mamá se dejan caer en el sofá con una taza de té o una chocolatada diciendo: «Guau, qué día estresante tuve hoy. Primero tengo que relajarme», experimentan lo que es «bajar las revoluciones». Una posibilidad es enseñarles a los niños algún ritual de este tipo, que puede consistir, por ejemplo, en que el pequeño y su padre o madre se acurruquen juntos en un sofá.

    Pregunta: Sin embargo, la mayoría de las veces la situación es distinta: los padres miran la hora y piensan internamente: «¡El niño tiene que irse a la cama de inmediato!». ¿Cómo combinar las dos cosas?

    Dana Mundt: Lo que hay que hacer es planificar un momento de calma entre la etapa más despierta de los niños, cuando están en plena actividad, y la hora de ir a la cama, en vez de decirles de repente: «¡Vamos, ya mismo a la cama!». Este tipo de presión y estrés no hacen más que trasladarse a los niños.

    Otros rituales tranquilizadores pueden ser bajar un poco la luz y escuchar un audiolibro o leer un libro juntos, incluso en una especie de cueva improvisada con dos sillas y una manta. Hacer una cueva es mi consejo favorito. Siempre ayuda. Es como construir un pequeño nido. Esto hace que el ambiente se vuelva más pequeño y no se vea invadido por tantas impresiones sensoriales.

    Este tipo de cuevas también son ideales para acurrucarse junto al pequeño y hablar acerca de cómo fue el día para los dos. Esta es también una forma útil de enterarse, por ejemplo, si al niño le faltó movimiento y por eso no está lo suficientemente cansado. De esta forma se podrá contar al menos con una explicación acerca de por qué el pequeño parece enchufado a la corriente eléctrica a horas en las que debería ir a dormir.

    Por Claudia Wittke-Gaida (dpa)

  • Roland Emmerich: «La luna ya es extraña de por sí»

    Roland Emmerich: «La luna ya es extraña de por sí»

    Los Angeles, 4 feb (dpa) – El director de cine alemán Roland Emmerich filmó varias películas de cine catástrofe a lo largo de su carrera, pero «Moonfall» se gestó en circunstancias difíciles, ya que fue rodada en el marco de la pandemia de coronavirus.

    Roland Emmerich
    El director de cine alemán Roland Emmerich en una entrevista con dpa. Foto: Bernd Weissbrod/dpa

    Pero más llamativo aún es que el cineasta logró reunir los fondos para hacerla -casi 140 millones de dólares- sin un gran estudio de Hollywood detrás. El argumento de «Moonfall» podría resumirse así: un buen día, la luna se sale de órbita y se dirige hacia la tierra, convirtiéndose en una enorme amenaza.

    Pregunta: El alunizaje de la misión Apolo 11 en 1969 juega un papel en su película «Moonfall». Usted tenía en ese entonces 13 años. ¿Es esta película la concreción de un sueño que tuvo de niño?

    Respuesta: No, en realidad no. Mi padre nos despertó a todos en ese entonces, porque era muy tarde o muy temprano, y vimos ese gran momento histórico. Pero mi interés surgió con el libro «Who Built the Moon?» («¿Quién construyó la luna?»), escrito por dos ingleses, que afirman con toda convicción que la luna es un objeto artificial. Me pareció una idea interesante. Eso fue hace nueve o diez años y en base a eso pensé una historia.

    Pregunta: Uno de los personajes principales de «Moonfall» es un defensor de las teorías conspirativas, que hoy en día están bastante extendidas. ¿Qué le atrajo de esta idea?

    Respuesta: Siempre me sentí atraído por las teorías que están un poco al margen. «Independence Day» era ya una película sobre el Área 51 (nota de la redacción: el Área 51 es una base militar secreta en el estado norteamericano de Nevada que genera desde hace décadas rumores de que investiga temas como la vida extraterrestre y los ovnis caídos y trabaja en otros proyectos militares secretos). Creo que el público siempre se interesa más cuando se trata de teorías conspirativas (…). La luna ya es extraña de por sí. Tiene casi la forma de una esfera y propiedades muy determinadas que no remiten del todo a un origen natural.

    Pregunta: ¿Es «Moonfall» una película de cine catástrofe «típicamente Emmerich» como «Independence Day» o «The Day After Tomorrow», o es otra cosa?

    Respuesta: Se trata de una serie. «Independence Day» fue la primera, la segunda fue «The Day After Tomorrow» y luego llegó «2012». Esta es ahora la cuarta parte. Pero todas las películas son totalmente distintas y tienen un aspecto completamente diferente. Esta vez me interesó mucho más qué pasa con la luna que qué pasa con la tierra. (…) Es más ciencia ficción que cualquier cosa que haya hecho antes, salvo mi primera película, que transcurría por completo en el espacio (nota de la redacción: la alemana «Das Arche Noah Prinzip» o «El principio del Arca de Noé», la película con la que Emmerich se graduó en Universidad de Televisión y Cine de Múnich en 1984).

    Pregunta: ¿Cree que los espectadores quieren ver una película de cine catástrofe en medio de la pandemia?

    Respuesta: Eso está por verse. Empecé a filmar la película antes del covid. Creo que es una película divertida y entretenida y que probablemente funcione por eso, aunque aún no lo sabemos.

    DATOS PERSONALES:

    Roland Emmerich (66) es considerado el director alemán más exitoso en Hollywood y es llamado a veces «master of desaster» («el maestro del desastre») por sus películas de cine catástrofe. Nació en la ciudad alemana de Sturttgart y vive desde hace varios años en Estados Unidos.

    Por Barbara Munker (dpa)