GIJÓN, 20 Sep. (EUROPA PRESS) – El presidente de Foro, Francisco Álvarez-Cascos, ha tildado este viernes «de caso insólito de deslocalización tecnológica y expolio» el cierre de la planta gijonesa de Tenneco, ante el que ha pedido la unidad de acción de todas las administraciones, la local, la regional y la estatal. Para él, este caso no tiene precedentes en la historia reciente industrial de España.
Así lo ha indicado tras mantener una reunión con el Comite de Empresa de Tenneco en Gijón. Cascos ha insistido en que se trata de un expolio tecnológico a una empresa que durante 40 años ha creado su propia tecnología en Gijón y en Asturias.
Asimismo, ha recriminado que «sin ningún tipo de compensación, y de una manera frívola e irresponsable», el Grupo empresarial, para mejorar sus beneficios, quiere llevar esa tecnología a otros lugares. Según el líder forista, no es una deslocalización de producción como en otros casos sino tecnológica.
En este sentido, ha señalado que si las administraciones públicas lo permiten, el futuro industrial y el desarrollo social y productivo de la región «no tiene solución». A su juicio, la respuesta no debe ser solo en el ámbito laboral y de las explicaciones económicas, sino por la defensa de las administraciones públicas de un expolio que no se puede justificar en el ordenamiento jurídico español.
Cascos ha reiterado que una vez recibida información documentada suficiente por parte del Comité de Tenneco, le permite confirmar que el cierre de Tenneco no es una decisión que se pueda justificar ni por razones económicas de la evolución de la empresa y de su trabajo y características ni por razones de tipo laboral para mejorar ninguna eficiencia.
También ha señalado que lo más importante ahora no es la confrontación entre fuerzas políticas, a lo que ha invitado a todas las administraciones a que asuman el compromiso de defender «con todas las armas legítimas que están en la mano» la continuidad de las planta de Gijón. Si no se hace así, será el momento en que Foro reclame que se actúe, aunque ha confiado en que el Estado y el Principado sepan estar «a la altura de las circunstancias».