Bienvenidos al infierno : El Gobierno de Kiev bajo presión

5875616wucraniaKiev, 27 feb (dpa) – El nuevo primer ministro de Ucrania Arseni Yatseniuk no pierde el humor, tampoco como líder de un «comando suicida». «Éste es un gobierno de suicidas políticos», describió el nuevo jefe de gobierno a su gabinete.

«Deberemos tomar medida extremadamente impopulares», advirtió Yatseniuk, miembro del partido Patria de la ex jefa de gobierno Julia Timoshenko, sobre el camino que se abre a partir de ahora. El país se encuentra ante la bancarrota. «O sea: bienvenidos al infierno», señaló el flamante mandatario de 39 años en una entrevista.

Con amplio apoyo, el Parlamento en Kiev le encomendó al ex jefe del Parlamento, ex ministro de Relaciones Exteriores y ex titular de Economía una «Misión: Imposible». «Las arcas estatales están desvalijadas y vacías», subrayó el jefe de gobierno.

El país necesita al menos 15.000 millones de dólares en ayuda inmediata. Entretanto, impera un sistema de nepotismo y corrupción, con el que ejerció las palancas del poder el presidente Viktor Yanukovich hasta su caída.

La situación económica de la ex república soviética es desastrosa: La divisa de curso legal grivna se encuentra desde hace semanas en caída libre y las reservas se reducen drásticamente. En primer lugar el gobierno deberá adoptar un plan económico de emergencia y luego acordar con acreedores como el Fondo Monetario Internacional (FMI).

«El país se encuentra al borde de la quiebra política y económica», explicó Yatseniuk. Por lo tanto, advirtió, serán inevitables dolorosos recortes en el área social.

Además Ucrania se encuentra dividida como nunca en su historia reciente. En la península de Crimea crecen los llamados en favor de una ruptura por parte e la mayoría rusoparlante, que teme ser reprimida por los nacionalistas ucranianos, el núcleo dispuesto a la violencia de la revuelta.

Sin embargo, está en duda si el nuevo gobierno cuenta con la confianza de los protagonistas de las protestas. Durante la presentación de los miembros del gabinete en Maidan en Kiev, epicentro de las manifestaciones, se oyeron fuertes silbidos. También se dirigieron contra Yatseniuk, a quienes muchos no le perdonan que durante negociaciones estrechara la mano del odiado Yanukovich.

Maidan aspira a un gobierno con nuevas caras, integrado por expertos y no por políticos. Entretanto llegan los disparos cruzados de Yanukovich, quien agita los ánimos indicando en medio de su fuga que son ilegales las medidas tomadas por el Parlamento de Kiev.

Pero numerosos rostros conocidos de la hasta ahora oposición ocupan los asientos de los puestos ministeriales. Representantes del partido Udar de Vitali Klitschko se encuentran sin embargo ausentes. El ex campeón mundial del boxeo no quiere poner en peligro sus posibilidades en la elección presidencial del 25 de mayo por participar en un gabinete «suicida», se dice en Kiev.

Pese a su juventud, Yatseniuk es un veterano en política. El viceprimer ministro Boris Tarassiuk ya fue dos veces ministro de Relaciones Exteriores. El ministro de Energía Yuri Prodan y la ministra de Asuntos Sociales Liudmila Denissova ocuparon los mismos cargos durante el gobierno de Timoshenko, quien de momento se excluye, ya que planea tratarse sus problemas de espalda en Alemania.

La gran influencia de Maidan deberá ser correspondida por el gobierno. En este sentido, el nombramiento de Dmitri Bulatov como ministro de Deportes y Juventud es una señal importante. Este opositor a Yanukovich aparentemente fue secuestrado y duramente torturado durante las protestas.

También forma parte del gobierno «la voz de Maidan», el actor Yevgueni Nischuk, que moderó las protestas del escenario y que ahora se desempeñará como ministro de Cultura. El jefe de los médicos de Maidan, Oleg Mussi, fue recompensado como ministro de Salud.

A primera vista no se ven radicales en las filas del gobierno. Así se intenta debilitar las acusaciones, sobre todo desde Rusia, de que extremistas y radicales de derecha propiciaron la caída de Yanukovich. Pero sí se encuentran involucrados, aunque no en la primera línea. El «comandante de Maidan» Andrei Parubij conducirá el consejo de seguridad.

La aprobación de pequeños grupos como el sector de la derecha dispuesto a la violencia está considerada fundamental para el éxito del nuevo gobierno, que cuenta con 250 escaños en el Parlamento sobre un total de 450.

«El gobierno será criticado, tratado como basura», pronosticó el presidente interino, Alexander Turchinov. «Pero deberá cumplir con sus tareas y trabajar hasta el agotamiento por el bienestar de Ucrania», indicó.

De todas maneras, tras las elecciones presidenciales en mayo también se celebrarán comicios parlamentarios adelantados, con lo que probablemente en otoño boreal las riendas del país serán asumidas por líderes elegidos en las urnas.

Por Andreas Stein y Benedikt von Imhoff