Barcelona/Madrid, 3 nov (dpa) – El Barcelona conquistó hoy una agónica victoria en la Liga española de fútbol al imponerse por 3-2 al colista Rayo Vallecano con un doblete del inspirado Luis Suárez, que volteó el duelo por la undécima fecha en el último suspiro.
También ganó con angustia el Real Madrid, que tras el golpe sufrido ante los azulgrana en el clásico se recuperó con una difícil victoria por 2-0 sobre el Valladolid.
En Vallecas, cuando todo apuntaba a un empate 2-2, después de que durante muchos minutos se contara la segunda derrota azulgrana por 2-1, el gol de Suárez, en el 90′, firmó un triunfo tan costoso como épico para el campeón español.
«Luis Suárez lleva dando pasos adelante desde hace mucho tiempo y los da siempre. Ahora está metiendo más goles en momentos en que los necesitamos y estamos encantados», celebró un aliviado Ernesto Valverde tras el sufrido duelo. «Hemos ido a ganar desde el primer minuto y, al final, hemos tenido nuestro premio», añadió el entrenador del Barcelona.
El propio delantero uruguayo había abierto el choque en el minuto 11, antes de que el Rayo lo volteara por medio de Jose Ángel Pozo en el 35′ y de Álvaro García en el 57′. Ousmane Dembélé lo igualó en el 87′ y, de nuevo, Suárez lo sentenció.
Una semana después de firmar un «hat-trick» en el 5-1 ante el Real Madrid, el delantero «charrúa» prolongó con su instinto, su garra y sus goles, la buena racha de un Barcelona que hoy volvió a mostrar la mala cara que ya había exhibido ante el Leganés.
Pero Suárez evitó el desastre sobre la hora y, con 24 puntos, los catalanes se mantuvieron en solitario al frente de la clasificación.
El Atlético de Madrid, con 20, se mantuvo segundo tras empatar hoy 1-1 con el Leganés. El Real Madrid, mientras, saltó hasta la sexta posición al recuperarse de la tunda sufrida ante el Barcelona con una victoria por 2-0 sobre el Valladolid.
Varias horas después de que Santiago Solari se estrenara en la Liga al frente de los blancos, el Barcelona evitó un nuevo tropiezo en el campeonato doméstico con una remontada impensable.
Y es que, después de adelantarse en el marcador por medio de Luis Suárez en una primera hora de la que fue absoluto dominador, el campeón español se sumió en el desconcierto cuando el Rayo, con un gran disparo de Pozo, igualó el marcador.
«Quizá en el primer gol ha habido un momento en el que no hemos controlado la situación. Hemos tenido dos o tres pérdidas, ellos se han crecido y nos han hecho ese gol», acertó a explicar Valverde.
Su equipo, en cualquier caso, no reaccionó. Ni siquiera con la entrada de Dembélé, tras la pausa, en lugar del apagado Rafinha.
Más abierto que nunca, el choque parecía ideal para el francés. Acelerado como de costumbre, erró sus primeras intervenciones y sólo se redimió, hacia el final del duelo, con su gol.
El Rayo, mientras tanto, creció y creció. Emulando a su vecino Leganés, verdugo del Barcelona en Butarque, el equipo de Míchel volteó el duelo con un tanto que ridiculizó la zaga del líder
El Barcelona, efectivamente, revivió la pesadilla de Leganés. Y no supo cómo salir de ella hasta que, a la desesperada, Piqué se quedó como delantero centro en el área contraria, dejó un balón para Dembélé y el francés firmó el empate a dos.
Insatisfecho con el punto rescatado, el incansable Suárez se lanzó, sobre la hora, a por los dos que se perdían y, enrachado como está, los recuperó.
Con nueve tantos en lo que va de campeonato y cinco en los dos últimos partidos en los que Messi no lo acompañó, el «pistolero» uruguayo es ya el máximo anotador de la Liga.
«Yo no creo que Luis Suárez juegue mejor sin Messi. Creo que todos jugamos mejor con Messi», señaló Valverde preguntado al respecto.
Horas antes, el Real Madrid se había rehecho de su varapalo ante los azulgrana con una costosa victoria sobre el Valladolid que revalorizó a Solari.
Con una buena dosis de fortuna y también aciertos propios, el entrenador interino de los blancos salió vivo de su primera tarde en el banquillo blanco en la máxima competición española en un clima tan enrarecido que los pitos fueron tan habituales como los aplausos entre la enojada hinchada del Santiago Bernabéu.
«Yo ya he estado aquí, estoy habituado. Éste es un cargo de gran responsabilidad, sea por media hora, un partido o por varios, pero no me es ajeno. Llevo 11 años en la institución y es bastante natural», señaló un sonriente y sereno Solari tras el duelo.
Con el eco aún del 5-1 ante el Barcelona que fulminó a su antecesor, el preparador argentino del Castilla había superado su primer gran test como director del Real Madrid.
La suerte quiso que Kiko Olivas desviara a gol un disparo de Vinícius (83′) que el árbitro le concedió al brasileño y encarrilara el triunfo que puso fin a una racha nefasta: cinco jornadas consecutivas de los blancos sin ganar. Sergio Ramos, en el 88′, lo cerró de penal.
«Necesitábamos ganar», asumió Solari. «De los momentos complicados no se sale ganando de manera holgada. Pero estoy muy contento del trabajo de los chicos».
En otro de los duelos del día, el Atlético tuvo que conformarse con un empate 1-1 en la cancha de su vecino Leganés, donde los dos goles fueron con jugadas a balón parado.
Así, el argentino Guido Carrillo remató en el minuto 82 una falta de indirecta que neutralizó el gol de falta directa que en el 69′ había firmado el francés Antoine Griezmann.
Mientras, el Valencia ahondó en su crisis al sufrir su primera derrota en Mestalla con un 1-0 ante el mermado Girona. El solitario gol de Pere Pons en el 48′ condenó al equipo «Che».
Por Noelia Román (dpa)