El consejero de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca, Vicenç Vidal, y la consejera de Cultura, Participación y Deportes, Fanny Tur, han firmado un acuerdo con el fin de establecer conjuntamente las pautas en las cuales se tiene que fomentar la regulación de las actividades de filmación, sesiones fotográficas y otros tipos de producciones audiovisuales profesionales en los espacios protegidos de la Red Naturaleza 2000 de las Islas Baleares, sin perjuicio de las competencias de la Consejería de Medio Ambiente para tramitar, posteriormente, el procedimiento que corresponda.
En los últimos años se han incrementado el número de solicitudes que llegan a la Dirección General de Espacios Naturales y Biodiversidad de la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca para actividades de filmación, sesiones fotográficas y otros tipos de producciones audiovisuales profesionales en los espacios de relevancia ambiental de las Islas Baleares. Por eso, esta Dirección General trabaja en la elaboración de una serie de criterios de buenas prácticas para que los profesionales que quieran llevar a cabo estas actividades lo puedan hacer de una manera regulada que no ponga en riesgo la conservación de los valores naturales de estos espacios. Así lo adelantó el director general de Espacios Naturales y Biodiversidad, Miquel Mir, en el marco de las jornadas Green Film Shooting, organizadas por la Islas Baleares Film Commission y la Mallorca Film Commission.
Las directrices que se preparan tienen la intención de servir como a guiaje en la actuación de los promotores de éstas de actividades, que sirvan para proyectarlas y ejecutarlas de manera que se eviten o reduzcan las repercusiones ocasionadas sobre los hábitats y las especies de interés comunitario, facilitando que sean compatibles con la conservación de los lugares de Red Naturaleza 2000.
Al mismo tiempo, el hecho de que los promotores cumplan estas directrices facilitará el proceso de presentación de las solicitudes de autorización, dado que especificarán las pautas de desarrollo ambientalmente adecuadas y estandarizarán la información requerida. Además, se agilizará la tramitación administrativa de las solicitudes, porque se evitará que los promotores tengan que enmendar las deficiencias en la documentación aportada o presentar información adicional. Por otra parte, los promotores tendrán que cumplir obligatoriamente unas condiciones mínimas generales que regirán el diseño y la ejecución de la actividad, como indicar explícitamente en la documentación aportada con la solicitud que se cumplirán todos los criterios que se requieren.
Entre otros, los criterios tratan sobre el respeto de la fauna y la flora presentes, la ocupación de las áreas de vegetación natural, la regulación del tráfico de las personas y los vehículos, el número de vehículos y de aparcamientos en zonas habilitadas, los rodajes fuera de la época de reproducción de las aves (de marzo a julio) en zonas sensibles, el compromiso de dejar la zona libres de residuos, el control de la iluminación artificial y la contaminación acústica, las medidas para evitar el riesgo de incendio forestal, la insonorización de los generadores, ignífugos, fuera de zonas forestal e incluso el contacto con los agentes de medio ambiente antes de la actividad.
En cualquier caso, la Dirección General se reserva el derecho de otorgar las autorizaciones y de imponer, si ocurre, las limitaciones y los condicionantes específicos que se consideren necesarios para garantizar la conservación del lugar, de acuerdo con la normativa reguladora del espacio natural protegido.