Santiago de Chile, 8 dic (dpa) – La abanderada de la oposición de Chile y ex presidenta Michelle Bachelet y su oponente, la oficialista Evelyn Matthei, desplegaron todos sus recursos este fin de semana para conseguir los esquivos votos de los chilenos en el balotaje presidencial del próximo domingo.
Ambas candidatas y sus partidarios salieron a la caza de los votantes, estimados en unos 13,5 millones, pero que en la primera vuelta presidencial de hace casi un mes votaron alrededor de la mitad.
La tarea más difícil la tiene Matthei que debe duplicar los votos obtenidos el 17 de noviembre, del 25,02 por ciento, frente al 46,69 por ciento de Bachelet, que estuvo a sólo tres puntos de ganar un segundo mandato presidencial.
La candidata derechista comparó su situación con la de la selección chilena de fútbol, que se medirá en el Grupo B con España, Holanda y Australia en el Mundial de Brasil 2014.
«Estamos todos preocupados porque a ‘La Roja’ le tocó muy difícil, pero ‘La Roja’ sí puede y nosotros también podemos, y vamos a ganar el próximo domingo», dijo la ex ministra del Trabajo del actual presidente Sebastián Piñera, que asumió en 2010.
Varios de sus colegas, entre ellos el ministro del Interior, Andrés Chadwick, salieron el sábado a las calles de la capital a apoyarla y a motivar a sus partidarios para que concurran a votar, acto que fue criticado por la oposición que calificó la movilización como intervencionismo electoral.
El gran temor del oficialismo es que sus votantes se queden en casa en vista de las escasas posibilidades de triunfo que le asignan las encuestas a su abanderada.
A esto se une el hecho de que la inscripción al padrón electoral es automático, pero el voto es voluntario.
La preocupación de una baja concurrencia la tiene también Bachelet, cuyos partidarios están convencidos de que la victoria de la oposición está a la vuelta de la esquina, por lo que da lo mismo ir o no a sufragar.
En un acto de campaña, la ex presidenta socialista (2006-2010) reiteró este fin de semana el llamado a los chilenos para que concurran a las urnas porque «no da lo mismo» quien gobierne el país por los próximos cuatro años.
«Tendremos que elegir entre dos alternativas: una que no quiere cambiar nada, que cree que las cosas están bien tal cual están, y nuestra propuesta que cree en un cambio profundo para enfrentar la desigualdad», subrayó Bachelet en un encuentro con sus partidarios en Pudahuel, un barrio obrero al poniente de Santiago.
Bachelet, pediatra de 62 años, es apoyada por la Nueva Mayoría, un conglomerado que va desde los demócratas cristianos hasta comunistas y que consiguió una importante victoria en las pasadas elecciones parlamentarias.
Matthei, licenciada en economía de 60 años, es la abanderada de la Alianza por Chile, una coalición que integran el partido Renovación Nacional (RN) y la Unión Demócrata Independiente (UDI), colectividad que fue el sostén político de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Por Carlos Dorat