El Ejecutivo asturiano ha aprobado un gasto de 324.000 euros para las ayudas de 2020 destinadas a las cofradías de pescadores y orientadas al mantenimiento de los planes de explotación, que favorecen una actividad sostenible y contribuyen a la lucha contra el furtivismo. Las especies pesqueras que se regulan por este mecanismo son tres: el percebe, la angula y el pulpo, todas ellas de alto valor económico y gran importancia.
En la actualidad, funcionan en Asturias 11 planes de explotación, de los cuales 8 son de percebe, 2 de angula y 1 de pulpo. La organización de estas pesquerías supone que la actividad esté controlada diariamente mediante el pesaje de las capturas por pescador y la vigilancia de la actividad, labores que realizan las cofradías, gestoras de cada plan, a través de guardapescas autorizados.
Este control contribuye también al seguimiento del estado del recurso, ya que los datos de capturas obtenidos se envían periódicamente al Centro de Experimentación Pesquera, dependiente de la Dirección General de Pesca Marítima, que se encarga de la evaluación.