Sídney (Australia), 7 jul (EFE).- El Gobierno de Australia confirmó hoy la entrega a Sri Lanka de 41 solicitantes de asilo que fueron interceptados a finales de junio cerca de las islas Cocos, publican hoy medios locales.
El ministro australiano de Inmigración, Scott Morrison, explicó que el operativo se realizó el pasado domingo cerca de las costas del puerto ceilandés de Batticaloa, tras someterse a los inmigrantes a un exhaustivo examen que asegure el cumplimiento de Australia de sus obligaciones internacionales.
En el comunicado emitido, Morrison, quien visitará Sri Lanka esta semana, aclaró que entre los inmigrantes entregados se encuentran 37 cingaleses y cuatro tamiles.
Esta devolución se da varios días después de que la prensa informara de la interceptación a finales de junio pasado de dos barcos con más de 200 solicitantes de asilo, muchos de ellos tamiles, pero el Gobierno de Australia se negó a comentar estos informes aduciendo razones de seguridad.
Políticos y organizaciones de defensa de los refugiados criticaron al Gobierno del primer ministro conservador, Tony Abbott, por sus intenciones de entregar refugiados tamiles a las autoridades de Sri Lanka por temor a represalias, torturas y posibles ejecuciones.
La semana pasada, la agencia de la ONU para los refugiados (Acnur) aseguró que en el caso de interceptarse barcos con solicitantes de asilo deba evaluarse el pedido de protección dentro del territorio del Estado que los interceptó, lo que es consistente con «los principios fundamentales de protección de refugiados».
El exprimer ministro liberal Malcom Fraser comparó, en el culmen del debate sobre la situación de los tamiles, la entrega de los solicitantes de asilo a Sri Lanka a la de judíos a los nazis en la década de 1930, según la agencia local AAP.
El Gobierno de Abbott ha prometido poner mano dura contra la inmigración ilegal desde que asumió el poder en septiembre pasado con medidas que incluye la devolución de barcos a su punto de origen y recientemente, como sucedió en el caso de los inmigrantes cingaleses y tamiles, tras tramitarse sus solicitudes en alta mar.
Sri Lanka ha sido acusada de no respetar los derechos humanos de la minoría tamil, a la que pertenecía la guerrilla de los Tigres que durante décadas luchó por crear un Estado propio hasta ser aplastada en 2009 en una ofensiva militar en la que murieron decenas de miles de civiles.
La ONU calcula que en los 37 años de guerra entre los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil y las Fuerzas Armadas de Sri Lanka hubo entre 80.000 y 100.000 muertos, de los cuales, unos 40.000 fueron civiles que perecieron en este país en 2009.
