Aún hoy, las niñas tienen una mínima visibilidad en la Ley

Por desgracia, las niñas tienen una mínima visibilidad en el Derecho internacional. A pesar de que en los 90 se hicieron algunos avances en esta materia, estos se han frenado a lo largo de la última década.

Estas son algunas de las conclusiones de un estudio que ha realizado la organización Plan International España, después de revisar más de 1.300 leyes, tratados internacionales y nacionales, convenciones y resoluciones aprobados desde 1930 por Naciones Unidas.

Las niñas aún no se conciben como sujeto de protección especial

Este informe, llamado Los derechos de las niñas son derechos humanos”, refleja los resultados de dicha investigación. La legislación española también ha sido objeto de estudio de la organización, concluyendo que las niñas no se reconocen como sujeto de protección especialante la violencia de género, la mutilación genital o el matrimonio forzado.

Este documento destaca que las niñas tuvieron una visibilidad prácticamente nula hasta 2007, “cuando se las reconoce por primera vez como sujeto explícito de una especial protección” en la Ley Orgánica para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.

Invisibilidad legal de un colectivo con alta vulnerabilidad

Para la directora general de la ONG Plan International España, Concha López “las niñas son el colectivo más vulnerable y olvidado”, y considera que esta invisibilidad legal tiene un efecto en sus vidas.

Además, recuerda que “una niña es obligada a casarse cada dos segundos, tres millones corren el riesgo de sufrir mutilación genital cada año y más de 130 millones no tienen acceso a la educación”. También opina que urge que “las niñas sean contempladas de manera expresa por los convenios y tratados internacionales”.

Las niñas saben cuáles son sus derechos

Al hilo de este tema surge la noticia de que una nueva generación de niñas se encuentra luchando por el final de la discriminación de género. “La educación es el único instrumento que tenemos las niñas para luchar contra la desigualdad y la discriminación. ¡No es una frase, yo lo he visto! Si nadie me enseña que tengo una serie de derechos, si mis amigas tampoco lo saben, pues no podemos hacer nada ni pedir nada. Sólo aguantarnos con la vida que nos ha tocado vivir, siempre es más difícil para nosotras porque somos niñas. Y ser niña en muchos sitios significa ser menos, no poder estudiar, casarte con quienes otros dicen, criar, aguantar que te peguen…Pero conocemos nuestros derechos, nadie podrá callarme, nadie podrá callarnos”.

El anterior no es un párrafo perteneciente a ningún discurso. Se trata de las palabras pronunciadas por una niña de 13 años llamada Naydelin, procedente de Guatemala, y que recientemente tomó, junto a otras jóvenes, el mando de instituciones como el Consejo General del Poder Judicial, el Ayuntamiento de Madrid o el Congreso de los Diputados. Lo hicieron de la mano de Plan International.

Todo ello mientras otras 500 niñas hicieron lo mismo en otros 60 países. El objetivo de esta toma de poder es dar a conocer al mundo que esta generación de niñas conoce sus derechos, y exigen su cumplimiento.