El Cairo/Damasco, 27 may (dpa) – Los inspectores de la ONU que vigilan el desarme químico sirio y personal sufrieron un ataque contra su convoy, pero pudieron regresar a la base de operaciones y se encuentran «seguros y en buen estado», informó hoy la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ).
El equipo se encontraba de viaje al escenario de un supuesto ataque con gas cloro cuando fue atacado.
El Ministerio de Exteriores sirio había denunciado antes el secuestro de seis inspectores por parte de grupos armados que quieren derrocar al presidente Bashar al Assad, algo que fue desmentido por la organización de La Haya.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, cercano a la oposición y basado en Londres, apuntó a una maniobra del gobierno para evitar nuevas investigaciones.
El 30 de junio vence el plazo dado por el Consejo de Seguridad de la ONU a Siria para que destruya su arsenal químico. Según la OPAQ, hasta ahora se destruyó o se sacó del país el 92 por ciento del mismo. El resto, unas 100 toneladas, se encontrarían en un único lugar, según la organización.
Siria alegó que el material no podía ser transportado por motivos de seguridad.
En estos momentos se encuentran el país expertos de la OPAQ y de la ONU para comprobar las supuestas acusaciones del empleo de gas venenoso. Con ese fin los inspectores atacados hoy viajaron a comienzos de mayo a Siria, aunque hasta ahora no pudieron llegar a las regiones supuestamente afectadas por esos ataques.
El director general de la OPAQ, Ahmet Üzümcü, expresó su preocupación por los inspectores y personal de la ONU que trabajan en Siria y reiteró su llamamiento a todas las partes para cooperar en la misión.
«Nuestros inspectores están en Siria para establecer los hechos en relación a las continuas acusaciones de ataques con gas cloro», señaló. «Su seguridad es nuestra prioridad y es imperativo que todas las partes del conflicto les garanticen un acceso seguro».
Tras el ataque el equipo tuvo que volver a Hama. La agencia de noticias oficial siria Sana y el Observatorio informaron sobre el ataque al equipo cerca de esa ciudad. Según el Observatorio, los expertos no llegaron a tener acceso a las zonas conquistadas por los rebeldes, informó en base a fuentes médicas. La bomba explotó cerca de Taibeh al Iman, bajo control del gobierno.
En la cercana Kafr Sita, controlada por los rebeldes, casi 200 personas resultaron heridas por gas venenoso los pasados 11 de abril y 22 mayo, aseguran fuentes médicas y testigos.
La guerra civil en Siria se ha cobrado más de 160.000 vidas, según los activistas. Pese al conflicto, el presidente sirio, Bashar al Assad, buscará la reelección en elecciones presidenciales el próximo 3 de junio.
