Articulaciones y el paso de los años: cómo cuidarlas a pesar de la edad

Nuestro cuerpo es como una máquina casi perfecta. Todo en él está construido para permitirnos una interacción total con todo aquello que nos rodea, pero es algo que no se libra del paso del tiempo y el efecto de un envejecimiento imposible de evitar. A medida que crecemos lo vamos notando más. Nos cansamos más fácilmente, cambian nuestros hábitos y, sobre todo, empiezan a aparecer los dolores en las articulaciones.

Estas partes de nuestro cuerpo son algo así como sus bisagras o engranajes, ya que se encargan de que podamos mover, girar o incluso doblar muchas partes de nuestro cuerpo. Son las que dan movilidad y permiten a los huesos moverse, acompañadas de los ligamentos, los cartílagos y la cápsula articular. ¿Qué ocurre? Que, con el paso del tiempo, el cartílago se va deteriorando y hace que los huesos vayan perdiendo protección, comenzando a deteriorarse también.

Eso es lo que hace que sea tan importante cuidar las articulaciones con mucho mimo a diario. Productos como RS7 Articulaciones son perfectos para ello, pero de nada sirven si no se mantienen ciertos hábitos saludables. Desde entrenar con cuidado y con constancia para fortalecer la musculatura y evitar sobrecargas en las articulaciones hasta seguir una dieta variada y bien equilibrada. Hay que tener en cuenta muchos factores para cuidarse como es debido, no solo para mantener la línea y un buen peso, sino también para asegurarnos de que la movilidad sigue manteniéndose de la mejor forma posible con el paso de los años.

¿Cómo puedo cuidar mejor mis articulaciones?

Por lo general, las pautas que ayudan a cuidar las articulaciones también suelen tener un efecto positivo general sobre todo nuestro cuerpo. Estas, que son una parte más de nuestro organismo, están ligadas a nuestra motricidad y, por tanto, también influencian en musculatura, huesos y todo lo demás. Por eso, cuidándolas también acabarás cuidando el resto de tu cuerpo.

Ejercicio constante y con cabeza

Hacer ejercicio con constancia no solo es bueno para mantener un buen físico, también ayuda a que todo el organismo se refuerce a varios niveles. Es muy buena idea practicar deporte varias veces por semana para que los músculos se refuercen y dejen caer menos esfuerzo directamente sobre los huesos y las articulaciones, ya que son lo primero que se acaba resintiendo con el paso del tiempo.

No obstante, además de ser constante, hay que actuar con sensatez. El ejercicio puede ser contraproducente si se realizan demasiados sobreesfuerzos. Mucha más carga de lo habitual puede hacer que te dañes y, al final, acabes consiguiendo justo lo que quieres evitar.

Dieta variada y rica en vitaminas

Comer bien es otro de esos mantras que resuenan cada vez que se habla de tener una buena salud y vivir durante muchos años, como también para mantener la línea. No obstante, es algo que va mucho más allá de lo estético. Hay que mantener variedad de alimentos en la dieta, porque eso aporta un buen abanico de nutrientes y, entre ellos, se encuentran los esenciales para que las articulaciones se conserven mejor.

Es importante que haya una buena presencia de lácteos en tus comidas diarias, además de mucha vitamina A, C y D, dados los efectos que tienen. También es buena idea tener un buen aporte de proteínas diario. Estos nutrientes son los que más afectan a la musculatura, los huesos y las articulaciones, de ahí su importancia.

Cuidado con las caídas

Esta máxima es una que debe tener presente ya no solo cuando hagas ejercicio físico, sino también si trabajas en algo que requiera mucho movimiento o eres una persona que anda mucho. Las caídas son el mayor enemigo de nuestro cuerpo, no solo por las lesiones que pueden causarnos, sino por el enorme efecto que tienen sobre las articulaciones.

Aunque son algo casi imposible de prever, ya que la mayoría son accidentes que nos ocurren cuando menos lo esperamos. Hay que intentar, por todos los medios, evitar que sucedan. Ve con cuidado allá donde vayas, tus articulaciones y tú mismo os lo agradeceréis con el paso de los años.

La postura es importante

Los médicos y fisioterapeutas insisten mucho en ello, y no es para menos. Mantener una buena postura si se trabaja sentado durante muchas horas, a la hora de dormir o incluso al caminar es algo que evita la aparición de dolores de espalda o incluso casos de lumbalgia, pero también es algo que cuida un poco más nuestra articulaciones.

Tener la postura correcta en cada momento es algo que apenas cuesta y que tiene un impacto enormemente positivo en nuestro bienestar. De hecho, combinar esto con un buen descanso cada día hace mucho más que otras tantas costumbres que se intentan adquirir para vivir más sano. No lo olvides, porque es lo más fácil y, a la vez, lo que más efecto tiene.

Pequeños grandes hábitos que te permitirán disfrutar de una mayor movilidad por muchos años que pasen. Constancia, un poco de cuidado y mucho de sensatez son los aliados perfectos para que tus articulaciones no te comiencen a pasar factura cuando tengas una edad avanzada.