Recientemente un equipo de investigadores encontró siete quemadores de incienso moldeados en honor al Dios “Chaac” y decenas de reliquias a dos kilómetros del templo de Kukulkán en México.
Según el estudio, dichas reliquias pudieron haber sido confeccionadas entre los años 700 y 1,000 después de Cristo.
Para llegar a estas maravillosas piezas, el equipo de arqueólogos tuvo que desplazarse unos 24 metros debajo de la tierra cerca del templo de Kukulkán, y aseguraron que el lugar contenía una serie de cámaras conectadas por pasillos y los pasajes eran tan estrechos que pasar por ellos fue muy complicado.
Lo interesante del caso, es que, de acuerdo con los investigadores, esta estructura subterránea ya había sido descubierta hace unos 50 años. Sin embargo, nunca se había informado de la existencia de las reliquias que se encontraron recientemente.
Soraya Andreina Pérez