Madrid, 24 feb (dpa) – Fiel al principio de que polos opuestos se repelen, el técnico italiano Carlo Ancelotti encuentra hoy en el Real Madrid la paz que se le niega a Gerardo Martino en el Barcelona, que vive sus días más convulsos en años.
No hay forma de que Real Madrid y Barcelona se pongan de acuerdo para festejar al mismo tiempo. De tal forma que cuesta creer que sólo hayan pasado cuatro meses desde que el equipo blanco cayera ante el gran rival azulgrana por 2-1 para abrir un periodo feroz de críticas y desconfianzas. Justo lo que ahora sufre Martino.
En lo que va de 2014, el Real Madrid sacó ocho puntos más que Barcelona y Atlético de Madrid para ubicarse en la cima de la clasificación de la Liga española por primera vez en 20 meses. Y lo hizo sobre la base de una tremenda solidez conseguida desde el carácter tranquilo de Ancelotti, muy alejado del terremoto que propuso su antecesor, José Mourinho, durante tres años.
El Real Madrid ni siquiera echó de menos la ausencia de su gran estrella, Cristiano Ronaldo, sancionado por tres partidos. El conjunto blanco los convirtió en victorias sin demasiados problemas.
«Las derrotas de sus rivales dejan al Madrid solo en cabeza, pero lo de verdad importante no son los tres puntos de ventaja, sino la sensación de poderío de los de Ancelotti, en contraste con los otros dos. Martino cae otra vez en dudas y el Atlético da síntomas de agotamiento», reflejó hoy el diario «As».
El entrenador italiano -curtido en clubes tan especiales como Milan o Chelsea- no pestañeó cuando llegaron las críticas. Todo lo más, arqueó su famosa ceja izquierda, el único gesto con el que su rostro transmite algún tipo de emoción, todavía por descifrar.
Tampoco cambió su rictus cuando le criticaron por su famosa rotación de arqueros, Diego López e Iker Casillas, ni cuando se empeñó en mantener en el equipo a Angel Di María tras la tensión vivida con su propia hinchada tiempo atrás, ni cuando fue abucheado por el Santiago Bernabéu tras caer ante el Atlético de Madrid en la primera vuelta de la Liga española.
Con la paciencia propia de un entrenador que lo ha visto todo, Ancelotti siguió encajando piezas desordenadas hasta llegar a hoy, con el equipo nadando a favor de corriente tras liderar la Liga española, clasificarse para la final de la Copa del rey y en vísperas de afrontar con el papel de gran favorito su eliminatoria de Liga de Campeones ante el Schalke 04 alemán.
«Estamos donde queríamos: luchando por los tres títulos», resumió hoy Casillas en una entrevista promocional.
Tanta placidez contrasta con los momentos más difíciles que vive Martino desde que llegó a Barcelona. Según estima hoy la prensa española, sus rotaciones ya no son adecuadas, tiene «ataques de entrenador», sus futbolistas no confían en él y no está claro que vaya a seguir el próximo año.
Y todo tras la derrota 3-1 del sábado ante la Real Sociedad, que enterró en el olvido la victoria 2-0 del martes en el campo del Manchester City en Liga de Campoenes tras un partido que fue saludado por muchos analistas como uno de los mejores de la temporada.
«El Barça ha perdido el rumbo en este mes y medio que llevamos del año 2014 (…). Solo ha faltado que el Tata se meta a inventor de tácticas suicidas para que el futuro se presente más inquietante. El equipo de Ancelotti parece más sólido que el de Martino», reconoció hoy el periódico catalán «Sport».
La vorágine de críticas a Martino llega con el equipo azulgrana clasificado para la final de la Copa del rey, con pie y medio en los cuartos de final de la Liga de Campeones y a un partido del Real Madrid en la Liga española. De hecho, el Barcelona recuperará el liderato si los blancos pierden la próxima jornada ante el Atlético de Madrid y el conjunto azulgrana vence en casa al modesto Almería.
Pero el fútbol llena su día a día con sensaciones y hoy nadie recibe mayor estímulo que Ancelotti. Todo lo contrario que Martino, el rostro más visible de la convulsión que vive el Barcelona.
Por Alberto Bravo
