Montevideo, 15 ene (EFE).- El ministro uruguayo de Relaciones Exteriores, Luis Almagro, rechazó hoy la retirada inmediata de las tropas en Haití, cuya presencia condicionó a la evolución de la «crisis política» de ese país y a los acuerdos y garantías democráticas que se lleven a cabo para resolverla.
«Lo que estamos haciendo es un seguimiento muy cercano de la situación y de la evolución misma se verán las decisiones que tomemos», explicó el canciller en una entrevista a Radio Universal respecto a la representación uruguaya en la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización en Haití (Minustah).
Fuentes oficiales de la Cancillería informaron a Efe esta mañana local de la decisión de retirar el despliegue uruguayo después de que el Parlamento del país caribeño cesase el 13 de enero en sus funciones, tras no poder renovar su mandato por la vía electoral y fracasar un acuerdo que lo prorrogaba y que otorgaba al presidente del país, Michel Martelly, poderes especiales.
Sin embargo, el ministro negó que la decisión de replegar las tropas, de la que también informaron medios locales, haya sido tomada, al menos por el momento.
«Tenemos que seguir la evolución. Hoy no tenemos una situación todavía predictatorial o dictatorial, que serían condiciones por las cuales Uruguay no permanecería, sino que tenemos la crisis política por la cual no ha sido posible lograr acuerdos», añadió Almagro.
A su juicio, los «condicionamientos de democracia» son requisitos imprescindibles que pone el país sudamericano para mantener sus tropas y en eso hay una «coincidencia plena» entre el Gobierno electo, que tomará el poder el próximo 1 de marzo encabezado por Tabaré Vázquez, y el actual, presidido por José Mujica.
En este sentido, Almagro reconoció que se ha reunido tanto con el ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, como con el actual senador y futuro canciller en el Gobierno de Vázquez, Rodolfo Nin Novoa, pero no dio más detalles.
La parálisis del Legislativo haitiano otorga al presidente del país poderes especiales para gobernar por decreto.
Martelly, sin embargo, reiteró ayer que el único decreto que desea promulgar es el que dispone la celebración de los comicios municipales y legislativos, pospuestos en varias ocasiones.
«Hoy tenemos que ponderar y esperar si el presidente Martelly definitivamente instrumenta ese decreto de llamado a elecciones con las garantías que el sistema internacional está pidiendo que dé para esas elecciones», según el canciller.
El origen de la presencia uruguaya en Haití se remonta a junio de 2004, cuando se desplazaron más de un millar de militares como integrantes de la Minustah, puesta en marcha a raíz del movimiento armado que derrocó ese año a Jean Bertrand Aristide.
Desde entonces, Uruguay ha ido prorrogando su permanencia, aunque disminuyendo los efectivos desde 1.200 soldados a los 250 que se espera continúen en Haití hasta el 31 de diciembre.
La aprobación de un reciente proyecto de ley reservaba además al poder ejecutivo la decisión, hasta ese momento, de reducir en mayor número los militares e incluso proceder a la retirada total de los mismos comunicándolo a la Asamblea General.
Para Almagro, la comunidad internacional en su totalidad ha apoyado las «gestiones y esfuerzos» realizados por Martelly para lograr un acuerdo y es necesario ver «cómo se desenvuelve hacia una situación de salida democrática».
«En función de esas condiciones se tomará una decisión sobre las restantes 250 tropas que tenemos», agregó el canciller, quien mostró su deseo de que el Gobierno haitiano y la oposición logren un acuerdo que lleve a la convocatoria de elecciones.
Además, la decisión de retirar los efectivos pasará por los «compromisos» que según Almagro existen con la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), en cuanto a que las decisiones que se tomen tienen que ser «en consulta» con las demás partes.
«No podemos tomar decisiones que impliquen imprevistos para los demás países de Unasur que integran o han integrado la Minustah este tiempo», añadió.
Precisó que Uruguay podría tomar una decisión y comunicarla a los demás países y que los que integran la Minustah pudieran tomar «los recaudos» como para «sostener el resto de la situación en el país caribeño.
«Tienen que ser decisiones en consulta y que impliquen un apego a los principios», concluyó Almagro.