(dpa) – El jugador de Copa Davis Jan-Lennard Struff no fue el único que pensó que el coronavirus podría estar en las pelotas de tenis. Claro que el número dos del tenis alemán ya consiguió un permiso de excepción.
Pero para los jugadores aficionados desde hace semanas está prohibido jugar al tenis a causa de la pandemia, incluso cuando es un deporte en el que es fácil mantener la distancia.
¿Está relacionada esta prohibición con las pelotas que cada jugador toma en su mano? La viróloga Melanie Brinkmann considera absurdo que se piense que el virus pueda transmitirse de esa manera.
«No veo ningún problema en el manejo normal de una pelota de tenis», dijo la experta del Centro Helmholtz de Investigación de Infecciones en Brunswick. «Al menos bajo la premisa de que los jugadores no escupan fuertemente sobre la pelota y se la lancen a la boca al rival».
La Asociación de Tenis de Estados Unidos (USTA, según sus siglas en inglés), sin embargo, señaló que sus asesores médicos creen que las pelotas pueden considerarse posibles transmisores junto con los postes de la red, los picaportes, los bancos y el recubrimiento de la superficie del suelo. Aun cuando no hay ningún estudio al respecto.
Pero más allá de estas dudas, para las autoridades gubernamentales el objetivo es minimizar la posibilidad de que las personas se reúnan por pura diversión. Por eso se decidió que el cierre de instalaciones deportivas fuera generalizado.
Después de todo, dos personas nunca estarían solas en una cancha de tenis abierta. Se comparten los pasillos estrechos que llevan hasta las canchas y siempre aparece el impulso de sentarse juntos en un banco o de charlar en la terraza del club.
Sería difícil establecer las cadenas de contactos, señaló el Ministerio de Asuntos Sociales del estado federado alemán de Baden-Wurtemberg. También supondría un enorme despliegue vigilar que se cumplan las disposiciones de distancia social.
«Si la idea es encontrarse lo menos posible, no está bien que hagamos una excepción», admitió el vicepresidente de la Federación Alemana de Tenis (DTB, según sus siglas en alemán), Dirk Hordorff.
Pero el tenis, añadió, es una disciplina deportiva que en estos tiempos es más segura si se respetan ciertas normas. Las canchas de tenis tienen 20 metros de largo por lo que en realidad siempre se puede garantizar la distancia estipulada de dos metros.
Pronto comienza en el hemisferio norte la temporada de deportes al aire libre. Por eso la DTB quiere que próximamente se vuelvan a abrir las canchas de tenis. El 16 de abril la entidad deportiva solicitó a las autoridades una «reanudación gradual» del tenis en Alemania.
Finalmente consiguió autorización para celebrar una serie de partidos básicos con jugadores alemanes en los que no habrá recogepelotas ni jueces de línea. Tampoco habrá público ni apretones de manos tras los partidos. La serie será jugada por 32 hombres y 24 mujeres y, de ser posible, se iniciaría el 8 de junio y duraría siete semanas.
«Es una buena idea. Se trata de pasar de pasar este tiempo con los compañeros antes de que todo empiece otra vez», dijo a dpa el capitán alemán de Copa Davis, Michael Kohlmann. «Tras una pausa prolongada, los jugadores siempre necesitan un tiempo hasta encontrar su ritmo y mostrar el rendimiento del que son capaces».
Con el fin de respetar las restricciones impuestas por el gobierno y mantener la distancia social recomendada, el evento será lo más básico posible. Cada partido contará sólo con los dos jugadores y el juez de silla.
Los partidos se jugarán en ocho grupos en cuatro locaciones al aire libre aún por determinar en el caso de los hombres y en tres en el de las mujeres, con otras dos etapas posteriores. Los ganadores de grupo se llevarán 4.000 euros (4.300 dólares) y el premio del evento será mayor.
Este torneo no está pensado tanto para los jugadores más importantes como, por ejemplo, la ganadora de tres torneos de Grand Slam Angelique Kerber sino más bien para los de menor categoría. Sin embargo, Struff y Philipp Kohlschreiber mostraron interés en participar dado que los torneos internacionales se suspendieron en marzo y la pausa durará al menos hasta mediados de julio.
Según Hordorff, también está previsto recaudar fondos con posibles transmisiones televisivas.
Más allá de la serie para profesionales, el vicejefe de la DTB cree que los aficionados regresarán mucho antes a las canchas de tenis que los profesionales al circuito de torneos, dado que eso implica un enorme despliegue de viajes que, por el momento, no se pueden llevar a cabo en casi ningún lugar del mundo.
Por Kristina Puck, dpa