Aumenta la pobreza en Argentina: afecta al 27,3% de la población

Buenos Aires, 27 sep (dpa) – La crisis económica que vive Argentina llevó a un aumento de la pobreza en el primer semestre del año, con un 27,3 por ciento de la población con sus necesidades básicas insatisfechas y 4,9 por ciento que vive en la indigencia, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

La tasa de habitantes en los principales centros urbanos del país que viven por debajo de la línea de pobreza fue 1,6 puntos porcentuales mayor que a fines de 2017.

El agravamiento de la situación económica en los últimos meses, con recesión y una inflación que superaría el 40 por ciento anual, llevará a que los niveles de pobreza crezcan en las próximas mediciones, anticipó en tanto el presidente, Mauricio Macri, que asumió su mandato a fines de 2015 con el objetivo de llegar a «pobreza cero».

De acuerdo al informe del INDEC, 7.581.118 personas que habitan en conglomerados urbanos de la Argentina se encuentran bajo la línea de pobreza. De ellos, 1.357.923 viven en la indigencia. Si se proyectan los índices oficiales a todo el país, más allá de los centros urbanos, unos 12 millones de personas son pobres en el país sudamericano.

El aumento de la pobreza se anunció días después de que se informara un incremento de la desocupación en Argentina, que en el segundo trimestre del año alcanzó a un 9,6 por ciento de la población económicamente activa, el nivel más alto de los últimos 12 años. Se conoció además la renegociación del rescate financiero por 57.100 millones de dólares que le otorgó el Fondo Monetario Internacional (FMI) para frenar la crisis cambiaria y poner la desconfianza de los mercados a una eventual cesación de pagos.

La población del noreste y el noroeste argentino registra los niveles más altos de pobreza, en particular en las ciudades de Santiago del Estero y La Banda, con un 44,7 por ciento; y en la zona urbana de Corrientes, con un 36,8 por ciento de la gente que no puede satisfacer sus necesidades básicas, de acuerdo al informe del INDEC.

En el principal centro urbano del país, la región metropolitana de Buenos Aires, la pobreza alcanzó al 27,8 por ciento de su población, con un 11,2 por ciento en la capital y un 31,9 por ciento en los partidos que rodean a la ciudad.

También fue alto el nivel de pobreza en el segundo centro urbano más grande del país, la ciudad de Córdoba y sus alrededores, con un 30,3 por ciento de su población afectada, y en zonas urbanas como Concordia (34,7 por ciento), San Salvador de Jujuy (30,3) y el denominado Gran Santa Fe (30,3).

Luego de varios años sin que se midiera la pobreza, tras la asunción de Mauricio Macri a fines de 2015 se reanudó el análisis. En el segundo trimestre de 2016 se contabilizó que un 32,2 por ciento de los habitantes era pobre, una cifra que se redujo a 30,3 por ciento en el segundo semestre de ese año, al 28,6 por ciento en el primer semestre de 2017 y al 25,7 por ciento en la segunda mitad de ese año.

«No es una noticia fácil, estos números reflejan la turbulencias que estamos atravesando estos meses. Es un número que esperábamos, la pobreza no desaparece porque se deje de medirla, siempre vamos a decirla y ahora la presentamos sin negar la crisis», expresó Macri en una declaración a la prensa tras conocerse los nuevos índices.

El presidente advirtió que aún quedan «meses difíciles por delante». «Ahora, a raíz de esta tormenta, sabemos que las cosas van a tardar más, los resultados que iban a venir antes van a demorar más, las mediciones de marzo y septiembre también van a mostrar retrocesos», anticipó Macri.

El jefe de Estado aseguró que su «único objetivo es lograr que cada vez más argentinos puedan salir de la pobreza y puedan vivir mejor» y se comprometió a acompañar a los sectores más necesitados con aumentos en los programas sociales, el plan de «precios cuidados» (que fija valores para productos de la canasta básica) y el acceso a créditos baratos, entre otras medidas.

En diciembre volverán en tanto a aumentar los programas sociales y otorgará un pago extraordinario a los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) que perciben los jefes de hogar desempleados o que ganan menos del salario mínimo. «Los argentinos vivimos demasiadas crisis y esta tiene que ser la última», sostuvo Macri.

La ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, indicó que se podría utilizar parte de los fondos del FMI para fines sociales.

El ministro de Producción, Dante Sica, pronosticó en tanto que a fin de año se observaría una desaceleración de la caída de la actividad económica. «Estamos confiados en ver una recuperación de la actividad para comienzos del año que viene», sostuvo Sica tras el discurso de Macri en la Casa Rosada en Buenos Aires.

Por Cecilia Caminos (dpa)