Trump aumenta la presión sobre Maduro

Nueva York/Washington, 25 sep (dpa) – Donald Trump incrementó hoy la presión sobre Nicolás Maduro con un discurso en la ONU en el que pidió ayuda para la «restauración de la democracia» en Venezuela y que acompañó con nuevas sanciones al entorno del mandatario, incluida su mujer y tres de los miembros más poderosos de su gabinete.

Más tarde y ante la prensa, el presidente de Estados Unidos defendió que si el Ejército venezolano se decidiera a ello, un golpe suyo contra Maduro podría triunfar rápidamente.

«Pedimos a las naciones reunidas aquí que se unan a nosotros en la llamada a la restauración de la democracia en Venezuela», instó Trump sobre la tribuna de oradores en su segundo discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York.

«Todos los países del mundo deben oponer resistencia al socialismo y a la miseria que trae consigo», proclamó tras responsabilizar a Maduro y a los «patrocinadores cubanos» -en referencia a La Habana- de la salida de más de dos millones de personas de un país en el que la crisis política y económica que vive desde hace años han generado también una humanitaria.

Para asistir a los venezolanos en los países de la región en los que se han refugiado, el vicepresidente Mike Pence anunció otros 48 millones de dólares que se canalizarán a través de entidades internacionales como Acnur, Unicef, el Programa Mundial de Alimentos y la Organización Internacional de Migraciones y que elevan a 95 millones la ayuda humanitaria con la que Estados Unidos ha respondido a la crisis migratoria venezolana.

Maduro, que no reconoce la crisis humanitaria, respondió en Caracas diciendo que va a pedir a la ONU 500 millones de dolares para financiar el regreso de los venezolanos. La intervención del mandatario ante la Asamblea General está prevista para el miércoles, aunque no se descarta que finalmente no vaya.

Las sanciones anunciadas hoy en Washington poco antes del discurso de Trump en la ONU alcanzan en total a seis personas.

La más destacada es Cilia Flores, quien además de primera dama es miembro de la Asamblea Constituyente, con la que Maduro vació de poder a la Asamblea Nacional, controlada por la oposición desde 2015. Están también el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López; la vicepresidenta Delcy Rodríguez; y el ministro de Comunicación y ex vicepresidente, Jorge Rodríguez.

«Si me quieren atacar, atáquenme a mí. No se metan con la familia, no sean cobardes, su único delito es ser mi esposa», dijo Maduro en Caracas sobre las sanciones a su mujer. «Cada sanción ilegal e inútil es una medalla para nosotros los revolucionarios».

Otras dos personas, José Omar Paredes y Edgar Sarriá, fueron también incluidas en la lista de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro. De esta forma, quedan congelados los activos que los seis tengan en Estados Unidos y se prohíbe a los estadounidense hacer negocios con ellos, además de vetar su entrada en el país.

Desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, en enero de 2017, Estados Unidos ha sancionado a más de 50 personas del entorno de Maduro, incluidos el mandatario y Diosdado Cabello, número dos del chavismo. Las sanciones de hoy incluyen tres entidades que formarían parte de una red de apoyo al presunto testaferro de este último.

La situación en Venezuela es una «tragedia humana» que Estados Unidos quiere arreglar, dijo Trump a la prensa en Nueva York. «Lo que esá pasando no es aceptable». El Departamento del Tesoro y el de Estado dejaron claro que habrá más castigos.

Hace un año, Trump aseguró que no descartaba una acción militar en Venezuela. Hoy evitó pronunciarse ante la prensa, aunque alentó al Ejército venezolano a levantarse contra Maduro. «El régimen es peligroso para la seguridad de su pueblo. Podría ser derrocado muy rápido si el Ejército decidiera hacerlo», dijo.

Más claro fue su vicepresidente ante reportes de prensa que apuntan a un movimiento de tropas venezolanas en la frontera con Colombia. «Permítanme ser claro: Estados Unidos estará siempre con sus aliados en su seguridad. Y el régimen de Maduro haría bien en no poner a prueba la resolución del presidente o del pueblo estadounidense al respecto», manifestó Pence.

Trump se reunió tras su discurso con el presidente colombiano, el conservador Iván Duque. Colombia es uno de los países que más sufre el impacto de la crisis migratoria venezolana y será, con Argentina, Perú, Chile y Paraguay, uno de los cinco que el miércoles firme una petición a la Corte Penal Internacional para que investigue a Venezuela por delitos de lesa humanidad.

Trump ha hecho de Venezuela el tema central de su política latinoamericana y, aunque de forma breve, fue el único país de esa región que hoy mencionó en su discurso ante la ONU.

Más allá de la referencia al «patrocinio cubano» a Maduro, no citó a La Habana, con la que ha enfriado la relación bilateral que recuperó Barack Obama tras más de medio siglo de ruptura.

Tampoco mencionó la crisis en Nicaragua, donde organizaciones de derechos humanos elevan ya a más de 500 las muertes desde el inicio de las protestas, el 18 de abril, contra Daniel Ortega.

Por Sara Barderas (dpa)