Nueva York, 19 sep (dpa) – A falta de menos de dos meses para el comienzo de su juicio, el 5 de noviembre en Nueva York, Joaquín «El Chapo» Guzmán comparece este jueves ante el juez federal que lleva su caso en una nueva vista oral preparatoria del proceso.
Será la primera a la que acuda el nuevo abogado del narcotraficante mexicano, Jeffrey Lichtman, que se unió el 20 de agosto a Eduardo Balarezo en la dirección del equipo de defensa.
La fiscalía ve un conflicto de intereses en esta incorporación. Asegura que Lichtman, con bufete en la Gran Manzana y conocido sobre todo por haber librado hace años de la cárcel al famoso mafioso neoyorquino John A. Gotti con un juicio nulo, representó en el pasado a tres narcotraficantes que comparecerán en el juicio de «El Chapo» como testigos de la acusación.
Eso, indica, le otorga información privilegida que por ley no puede usar para defender al presunto ex jefe del cártel de Sinaloa. El tema está llamado a centrar esta nueva vista en la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, sita en el barrio de Brooklyn.
Según fuentes jurídicas consultadas por dpa, lo que podría suceder es que Lichtman tenga que prescindir de interrogar a esos testigos durante el juicio y lo haga solo Balarezo.
Estados Unidos acusa a «El Chapo» de introducir toneladas de droga en el país al frente de lo que el Departamento del Tesoro calificó como un «imperio criminal» de tráfico de cocaína, marihuana, heroína y metanfetaminas.
Desde su extradición en enero de 2017, Guzmán espera juicio en régimen de aislamiento en el Metropolitan Correctional Center de Nueva York, una prisión de Manhattan que está considerada como una de las de mayor seguridad del país.
La posibilidad de que tenga que pasar el resto de su vida en una cárcel estadounidense es alta. De los 17 cargos contra él -el principal de ellos, manejo de organización criminal-, ninguno es un delito de sangre, pero basta que sea considerado culpable en uno para que pueda ser condenado a cadena perpetua.
La incorporación de Lichtman ha presentado problemas desde el principio. El abogado, de hecho, anunció su entrada en el caso hace un año, pero no llegó a cumplirla ante la negativa de la fiscalía a garantizar que no buscaría incautar el pago que recibiera si sospechaba que era del narcotráfico.
Balarezo, un letrado de origen ecuatoriano con despacho en Washington DC y experiencia en la defensa de otros narcos, sí asumió no obstante el caso, relevando a los dos abogados de oficio que desde su extradición en enero de 2017 y durante ocho meses tuvo «El Chapo».
De cara a la vista del jueves, la fiscalía teme que la defensa de «El Chapo» pueda pedir un nuevo aplazamiento del juicio y así lo ha expresado en un escrito enviado al juez Cogan. Aseguran que Lichtman aludió a esa posibilidad en conversaciones con ellos.
Y ven también como un indicio el hecho de que la defensa haya solicitado al juez una «confirmación del calendario del juicio». «El Gobierno se opone a todo nuevo aplazamiento», señalaron.
El inicio del juicio ha sido retrasado ya dos veces. La primera fecha que fijó el juez Cogan en la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York fue el 16 de abril de este año.
Sin embargo, decidió posponer el proceso al 5 de septiembre después de que Balarezo pidiera más tiempo para preparar el caso, al haberse encontrado de golpe con más de 320.000 páginas de documentos y miles de audios y videos que le entregó el Gobierno.
El pasado mes de julio, el juez volvió a aplazarlo, esta vez en tres meses, hasta el 5 de noviembre, tras una nueva petición del letrado ante otra nueva montaña de documentos de la fiscalía: más de 82 gigabytes con aproximadamente 117.000 archivos de sonido, 1.125 páginas de documentos y decenas de fotografías, entre otras cosas.
Esta vez, no obstante, Balarezo parece descartar una nueva petición. «Nosotros estamos preparados para ir a juicio en noviembre», aseguró hoy a dpa.
El juicio contra el sexagenario Guzmán está llamado a ser uno de los procesos por narcotráfico más mediáticos de las últimas décadas en Estados Unidos. «El Chapo» llegó a ser considerado el narcotraficante más poderoso del mundo, por encima incluso de lo que fue en su día el colombiano Pablo Escobar. Chicago lo declaró enemigo público número 1 como a Al Capone.
Por Sara Barderas (dpa)