Calgary, 11 sep (dpa) – Un estudiante de la Universidad de Calgary, en Canadá, que quería encontrar a una chica llamada Nicole que le había dado un número de teléfono erróneo una noche en un bar escribió a casi todas las 250 mujeres con un nombre parecido que figuraban en el directorio del centro.
Carlos Zetina contó a la emisora de radio canadiense CBS que sacó sus direcciones de correo electrónico de la agenda online de la universidad.
Aunque la Nicole que buscaba no dio señales de vida, muchas otras Nicoles, entre las que hay estudiantes y profesoras, comenzaron a escribirse entre ellas e incluso quedaron en un restaurante.
«Cuando llegaban los mails, me ponía muy nerviosa y enseguida comencé a sentirme menos sola en el campus», contó Nicolette Riley. «Ahora somos un grupo, es fantástico», añadió.
La Nicole original resultó ser una estudiante de intercambio que no figuraba en el directorio de la universidad, por lo que no recibió el correo electrónico. Sin embargo, otras compañeras con su mismo nombre le contaron lo ocurrido, ella se puso en contacto con Zetina y concertaron una cita, contó él mismo.