Caracas, 11 sep (dpa) – El Banco Central de Venezuela (BCV) reanudó hoy la venta de certificados en moneda local de un plan de ahorro en pequeños lingotes de oro, destinado a combatir la hiperinflación que afecta al país.
La venta de títulos comenzó la semana pasada y el lunes tuvo un receso debido a que era feriado bancario. La jornada especial se retomó hoy y continuará hasta el viernes en las oficinas del BCV.
En la primera semana se vendieron más de 2.000 certificados, propuestos por el Gobierno como mecanismos de ahorro para individuos y fondos de ahorro.
El certificado acredita al comprador como poseedor de la pieza de oro de entre 1,5 y 2,5 gramos, aunque el BCV resguardará el lingote. Los títulos tendrán un año de vigencia.
La oferta prevé certificados para 1,5 gramos por 3.502 bolívares, unos 57,51 dólares a la tasa oficial, y de 2,5 gramos por 5.837 bolívares o 95,86 dólares.
También ofrece negociar un decimo del lyingote, por el cual se pagarán 350,20 bolívares o 5,7 dólares por el 1,5 gramos, y 583,70 bolívares o 9,58 dólares por el de 2,5 gramos.
Maduro fue el primero en comprar la semana pasada un certificado por 1,5 gramos de oro.
El Gobierno se propone obtener financiamiento con el proyecto, en medio de una hiperinflación que obliga a los venezolanos a destinar la mayor parte de sus ingresos a la compra de alimentos.
También busca retirar dinero circulante para contener la espiral inflacionaria, que este año escalará a un millón por ciento, según estima el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El principal apremio económico del Gobierno venezolano es la escasez de divisas, provocada por una combinación de gasto fiscal, deuda externa, caída del precio y la producción de petróleo. Maduro, por su parte, atribuye las dificultades a las sanciones financieras impuestas por Estados Unidos.
El llamado Programa de Recuperación Económica comenzó el 20 de agosto con la circulación de la nueva familia de billetes del bolívar soberano.
La reconversión monetaria fue acompañada por un aumento drástico del salario mínimo nacional de 50 a 1.800 bolívares (menos de 30 dólares), el incremento de los impuestos y el inminente aumento de la gasolina, que de ser la más barata del mundo pasará a venderse a precios internacionales.